Diseñar el Gijón del futuro es responsabilidad del Plan General de Ordenación (PGO). Decidir cómo se mejora el Gijón del presente es el reto del Plan de Regeneración Urbana. El Ayuntamiento de Gijón quiere poner en marcha este nuevo instrumento urbanístico -sin antecedentes en Asturias- como elemento sustancial para fijar los criterios técnicos que decidan la prioridad en las inversiones municipales a acometer en los barrios en los próximos años. Se trata de ir un paso más allá y darle un punto de ambición a los planes de rehabilitación de fachadas y barrios. El proyecto tiene como antecedente político el acuerdo entre Foro e IU -en el marco de la negociación del Plan General- de un plan de rehabilitación que comprometía 200 millones de inversión en diez años. Y como antecedente técnico el contrato-programa de colaboración firmado en noviembre de 2017 entre el Centro Municipal de Empresas (Gijón Impulsa) y el Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias.

De hecho lo único que ahora mismo hay de ese Plan de Regeneración Urbana -y lo que ayer se presentó oficialmente en el salón de recepciones del Ayuntamiento- es el documento de referencia realizado por el Colegio de Arquitectos como base para licitar la contratación de ese plan. Una licitación para la que aún no hay soporte presupuestario pero que se espera poder hacer en septiembre. Si se cumplen los cálculos de Rubén Hidalgo, gerente del Centro de Empresas, el plan podría estar definido en mayo del año que viene. El día 26 de ese mes están previstas las elecciones municipales.

El Plan de Regeneración Urbana debe "fijar objetivos, condiciones y una estrategia integral para la rehabilitación urbana de Gijón", se dice en el documento de referencia, añadiendo que también debe "definir un orden de prioridades de actuación, en función de las necesidades detectadas, actuaciones concretas de especial relevancia por su localización o alcance". Luego llegará la fase de elaboración individualizada de los planes de barrios con propuestas más específicas para territorios determinados. El objetivo global es "conseguir una ciudad compacta, compleja, eficiente y cohesionada mediante la rehabilitación y regeneración de sus barrios.

Los planes de barrio serán "de ejecución directa en el caso de haberse detectado en el análisis situaciones de urgencia que requieran una intervención inmediata o podrán desarrollarse a iniciativa popular". En este sentido se considera "imprescindible" la participación ciudadana. Una reflexión que escucharon vecinos de Cimadevilla, invitados al acto por el equipo de gobierno tras la reunión que mantuvieron hace unos días con motivo del derrumbe de uno de los edificios abandonados del barrio.

El ámbito espacial del Plan de Regeneración Urbana será el formado por los suelos urbanos del concejo, incluyendo la propia ciudad consolidada, las áreas industriales y los núcleos urbanos exteriores o suelos urbanos de baja densidad. Los contenidos que se exigen a ese plan son un análisis de la ciudad existente, un diagnóstico con establecimiento de objetivos por ámbitos y una definición de objetivos, contenido y tramitación de los planes de barrio, incluyendo las condiciones para la delimitación de su ámbito.

Ese análisis inicial del Gijón actual se realizará dividiendo el territorio en "unidades básicas", que no coincidirán con la delimitación clásica de los barrios para evitar disfunciones por cuestiones de fronteras, y estableciendo el análisis cuantitativo a través de la medición de ocho indicadores: ocupación del suelo, espacio público y habitabilidad, movilidad y servicios, complejidad urbana, espacios verdes y biodiversidad, metabolismo urbano, cohesión social y vulnerabilidad y salud.

Medidos todos esos indicadores se le pide al redactor del plan que ofrezca a los responsables municipales dos horizontes de trabajo. Uno con objetivos a corto plazo para cumplir con lo mínimo y otro con objetivos a largo plazo para alcanzar ese modelo de ciudad al que se aspira.

Un elemento que tanto políticos como representantes del Colegio de Arquitectos destacaban ayer del procedimiento de desarrollo del Plan de Regeneración es que se acompaña de "una participación ciudadana continua". Por eso se propone la creación de una comisión de participación que acompañe a los redactores y los responsables municipales involucrados en el proceso, pero también se habla de consultas directas a los ciudadanos.