La naviera Baleària iniciará a mediados del próximo mes de noviembre la remotorización del primero de los cinco buques de su flota que va a reformar para que puedan usar gas natural licuado como combustible. Se trata de una inversión de unos 60 millones de euros, para la que la UE ha concedido una subvención máxima de 11,80 millones de euros dentro de un proyecto que lleva aparejada la reactivación de la autopista del mar entre El Musel y el puerto francés de Montoir de Bretagne (Nantes-Saint Nazaire), línea que fue cerrada en 2014 por el primer naviero que la operó.

La subvención europea para transformar los buques es uno de los requisitos para que la autopista del mar de Gijón vuelva a funcionar, pero la naviera insiste en que no garantiza ese extremo, dado que considera que la reapertura de la línea de comunicación martítima de Gijón dependerá de que reciba ayudas específicas para la misma. En ese sentido, Puertos del Estado, el Principado y el Ayuntamiento de Gijón habían pactado conceder ayudas a esta línea, previsión que mantienen las tres administraciones para cuando concluya la evaluación de la UE al proyecto.

El barco que Baleària va a mandar a un astillero dentro de un mes para remodelarlo es el "Nápoles", que actualmente presta servicio entre Algeciras y Tánger, en el estrecho de Gibraltar. Cambiar la motorización de este ferry llevará unos cuatro meses. A continuación y sucesivamente irán los otros cuatro barcos. En total, la remotorización de los cinco buques sumará cerca de dos años. Los otros cuatro barcos que se van a modificar son el "Abel Matutes", el "Sicilia", el "Bahama Mama" y el "Martín y Soler".

A partir del año 2020 la UE impondrá el uso de combustibles con bajo contenido en azufre en las aguas de su zona económica exclusiva. Ese es el motivo de que Baleària esté contratando la construcción de nuevos ferrys impulsados a gas natural y reconvierta otros de su flota para que puedan usar tanto fuel óleo -mucho más contaminante- como gas natural como combustible.

El proyecto impulsado por la naviera que se presentó a la UE incluye la instalación de una gasinera en El Musel, algo de lo que se encargarían la Autoridad Portuaria de Gijón y Naturgy (Gas Natural Fenosa).

La concreción del proyecto está pendiente de las conversaciones entre la naviera y la Comisión Europea.