-Mira, mira, mira... ¿Viste? Pone Feliz Navidad.
Y sí que se veía un luminoso "Feliz Navidad" que en pleno Muro de San Lorenzo, y bajo la protección de la también engalanada iglesia de San Pedro, daba la bienvenida a la Navidad gijonesa por tierra y por mar. Móvil en mano la imagen era captada por muchos de los centenares de viandantes que "invadieron" ayer por la tarde las calles del centro para participar en el estreno de la iluminación navideña. La lluvia no fue inconveniente pero si molestia. Sobre todo en el acto oficial de encendido, que estaba previsto para las seis y media en la Plaza Mayor y con prólogo musical.
Al final la música se quedó a medias y ni siquiera se esperó a que llegara la hora. En pleno desconcierto de muchos de los asistentes -la mayoría resguardados en los soportales- y con los miembros de la Banda de Música aún plegando las sillas mojadas se hizo la luz. Oculto entre paraguas y concejales Pelayo Feito, de Adansi, había dado desde el centro de la plaza al botón que encendía tres millones de puntos de luz led repartidos por 127 calles, plazas y avenidas: casi tres decenas más que el pasado año.
Más datos para los amantes de las estadísticas. La ornamentación navideña diseñada por la firma asturiana Germán Vizcaíno incluye 470 arcos, 170 árboles, 140 motivos, 50 motivos 3D, 11 techos de luz y 4 fachadas. El 90% se han elaborado exclusivamente para Gijón y con constantes referencias al nombre de la ciudad y a sus elementos identitarios. El coste total ronda los 400.000 euros, que paga el Ayuntamiento de Gijón.
El encendido dejó una Plaza Mayor con un techo luminoso de bolas rojas y hojas de acebo verde mientras cascadas de luces y estrellas "llovían" por la fachada del Ayuntamiento. Pero había mucho más que ver y muchos más sitios para hacerse fotos así que la riada de gente se puso en movimiento generando más de una complicación en un tráfico ya complicado por la lluvia. En el top de las singularidades de la decoración de esta Navidad está el cono de de 20 metros ubicado en los Jardines del Náutico visitable en su interior y con la palabra Gijón moviéndose en su exterior sobre un fondo blanco. Nadie quiso dejar de entrar bajo el singular árbol navideño que, de paso, sirve de reclamo para un Muro techado de luces
Menos alto, unos trece metros, pero igual de vistoso es el árbol rojiblanco de la plaza del Instituto. Ayer, puntualmente, también compartían esa plaza los participantes en el VI Encuentro de Redes Cristianas que se dejaban ver con una pancarta que animaba a romper las cadenas. Su encuentro gijonés servía para recordar el 40.º aniversario de la muerte de Gaspar García Laviana. En un sábado de intensa actividad en Gijón el paseo de muchos para ver las luces coincidió con la marcha de otros hacia El Molinón para ver al Sporting o con la cadena humana por el día mundial de la lucha contra el sida.
De foto estaban también otras decoraciones singulares como la gran bola dorada de la plazuela de San Miguel o la enlazada caja de regalo de la plaza de Italia. Estrellas, copas, bolas... Blancas, rojas, moradas, verdes... De todo se podía ver alzando los ojos al pasar por las calles gijonesas. Y no sólo en el centro. En los barrios también se hizo la luz. En algunas de manera novedosa como en Veriña, Contrueces, Nuevo Roces, La Camocha, el Lauredal, Portuarios, Nuevo Roces y Tremañes. En otras calles las luces llegaron después de que los comerciantes salieran a reivindicarlos. Una polémica ya en el olvido en tiempos de perdón. Y con las luces también llegaron otros atractivos de la Navidad como el mercadillo de Begoña o el gran complejo de ocio con pista de hielo en el "Solarón".
