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"Si esto pasa de madrugada, alguien hubiese muerto", lamenta la presidenta del piso incendiado en Gijón

Varios vecinos tuvieron que ser desalojados por la ventana del inmueble

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Incendio en una vivienda de Gijón

Un vecino problemático del número 13 de la calle Prendes Pando a punto estuvo de provocar una desgracia que pudo costar la vida a varias personas. Un descuido provocó que el salón de su casa, el 5º B, comenzase a arder poco antes de las doce de la noche. "Mi hija ya estaba acostada, y mi marido y yo estábamos viendo la televisión, de pronto olimos como a quemado y apagamos los radiadores, pero cuando él se levantó a la cocina vio el pasillo lleno de humo", relató en la mañana de ayer Mónica Sevilla, presidenta de la comunidad, que vive en la puerta de al lado.

Una vez se percataron del incendio colocaron toallas húmedas bajo la puerta y llamaron a los bomberos. También lo hizo otro vecino del segundo piso. Los miembros del Servicio de Prevención y Extinción de Incendios se encontraron una persiana en llamas en la acera nada más llegar, y entraron en el inmueble rápidamente hasta acceder al quinto piso para localizar el foco. "Todo apunta a que se quedó dormido con un cigarrillo encendido", relató la presidenta vecinal.

Al tiempo que varios bomberos trabajaban en sofocar las llamas de la vivienda, otros compañeros procedieron a rescatar a los vecinos de las plantas superiores. Lo hicieron por las ventanas y ayudados por un camión con escalera, con sumo cuidado pues varias de las evacuadas son personas de avanzada edad.

Una vez socorridas, ya en la calle, fueron atendidas por los servicios sanitarios y trasladadas por la inhalación de humos a un centro hospitalario. Una de ellas es una octogenaria que vive en el sexto y es propietaria de dos de los inmuebles del quinto piso, uno de ellos donde se originó el fuego. "Alquila los pisos a gente conflictiva, que generan muchos problemas en la comunidad; ya no sabemos qué hacer", lamenta la presidenta. "Los que estaban antes lanzaban botellas de cristal por la ventana y cada poco viene gente del juzgado preguntando por los inquilinos; estaba claro algo así acabaría pasando", reflexiona Mónica Sevilla, que se ve indefensa ante esta situación. "Estamos indefensos, no sabemos qué hacer", explica, como portavoz de las otras 25 viviendas, sobre los vecinos molestos.

Todos están pendientes del balance de daños, pero son al menos siete la viviendas dañadas. No obstante la inspección del forjado descartó daños estructurales. Todo quedó en un susto. "Si esto pasa a las 3 de la madrugada con todos durmiendo hubiese habido muertos", reflexiona la presidenta.

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