Los hosteleros y comerciantes gijoneses ya han empezado a hacer balance de la campaña navideña. Los resultados, como adelantaba ayer LA NUEVA ESPAÑA, son positivos, y se esperan aún mejores en lo que queda de fiestas. Y en los hoteles las perspectivas para el final de año son igual de halagüeñas. El ambiente en las calles, la alta participación en actividades programadas por el Ayuntamiento y el aumento en el consumo son signo de que las cosas marchan bien en Gijón.
Los empresarios del sector hotelero también se muestran optimistas con la ocupación durante las fiestas y predicen buenos resultados para este fin de semana. "Estaremos llenos al 80% hoy y mañana. Este finde es fabuloso", afirman desde un hotel de la calle Linares Rivas. "Tendremos un 63% de ocupación estos días", señalan desde otro establecimiento próximo a la playa de San Lorenzo. "Llegaremos al 92%", indican desde otro hotel de la zona de Poniente. En general, todos señalan resultados "muy parecidos al año pasado", dato en el que también coincide la patronal, que apunta hacia "una ocupación que sigue la estela de 2017".
Para el día de Nochevieja, la sensación también es positiva. Además de los tradicionales cotillones, mucha gente pasará la noche en un hotel, y se prevee una alta ocupación para estos días. "En fin de año creemos que los hoteles estarán bastante llenos", adelantaba el concejal de Festejos, Jesús Martínez-Salvador. Y así lo confirmaron ayer varios de los establecimientos principales de la ciudad, que aún podrían ver modificadas sus previsiones en el último momento. "Por ahora ya tenemos el 72% de las habitaciones reservadas", señalan desde otro negocio en plena fachada marítima de Gijón. "Tenemos un 60% de ocupación", aseguraron en un negocio de la zona centro. Los que sí tienen listas cerradas son los propietarios de un establecimiento de la cadena NH, que tendrán "lleno total" la noche de las campanadas.
Además, Gijón incorporó ayer a su oferta hotelera 'Le Môderne'. Se trata de un hotel de cuatro estrellas ubicado en el edificio diseñado por Manuel del Busto y ubicado en la calle Marqués de San Esteban, que cuenta con 47 habitaciones, 26 de ellas junior suites, alojamiento con dos baños y un salón apartado. La decoración es muy modernista, lo que contrasta con la fachada clásica del inmueble, de estilo 'árt deco'. "Nuestros huéspedes no tendrá la sensación de estar en Gijón", señalaba ayer Élida Suárez, directora del hotel. Suárez nació en Caracas pero lleva viviendo en Asturias desde hace 16 años. Anteriormente dirigió el hotel Villa Rosario de Ribadesella, y el hotel Bal de Quintueles, de 5 estrellas, por lo que tiene mucha experiencia en el sector. "Esto es algo muy novedoso en la ciudad. Tiene un rollo muy neoyorkino. No hay hoteles así", agregó. "Es muy novedoso que un hotel de Gijón apueste por este tipo de alojamiento", señaló en referencia a las junior suites. 'El Môderne' tiene gimnasio y terraza para los clientes, además de un bar de copas llamado 'Bar&Champagne'.
La rehabilitación del inmueble corrió a cargo de Construcciones Los Campos. "Desde hace tiempo les hacía ilusión contar con un hotel urbano en la ciudad, pero no encontraban un local grande", explicó la directora. La reforma del local duró 10 meses y el resultado les valió el premio Plomada de Plata de la Confederación Asturiana de la Construcción.
"Nunca se había visto tanto movimiento ni tanta gente por las calles por estas fechas", aseguró esta semana el concejal de Turismo y Deportes, Jesús Martínez-Salvador. "Cultura, actividades en la calle, animación...Gijón mueve a mucha gente y destaca notablemente sobre ciudades como Oviedo, que tienen mucha menos actividad", señalaban desde Otea, la patronal de hostelería y hotelería asturiana. Esa tendencia se ve muy reflejada en el consumo. Los comerciantes, que han atravesado un momento delicado al inicio de este invierno, muestran su satisfacción con las ventas. Los consumidores también están saliendo más a cenar, si bien el gasto en restaurantes está siendo más bien moderado. "No hay comparación con las navidades de 2016 o 2015, cuando la gente se quedaba mucho en casa. Eso sí la gente suele optar por menús que nunca superan los 35 euros", informan desde Otea.
