Una consulta médica para evitar que los pacientes de edad avanzada sufran facturas óseas y entren en un estado de dependencia. Estos son los principales objetivos del nuevo servicio de ortogeriatría que el Hospital de Cruz Roja pondrá en marcha la semana que viene bajo la organización del geriatra Francisco Suárez, experto en este tipo de fracturas y colaborador en un estudio nacional que registra, por primera vez en España, este tipo de lesiones. La consulta, que atenderá a parte de los enfermos mayores de 65 años con fractura de cadera que acudan a Cabueñes, contará con un equipo de siete geriatras y cuatro traumatólogos.Trabajarán "de forma integral" en el diagnóstico de posibles casos de osteoporosis y vigilarán el riesgo de caídas en los domicilios y la dieta de los enfermos.
Según Suárez, los últimos estudios nacionales apuntan a que el 50% de las personas mayores de 65 años que se rompen la cadera no consiguen recuperar del todo la movilidad de la que disponían antes del accidente. "Este tipo de fracturas tiene una incidencia cada vez mayor. La media son unos 100 afectados por cada 100.000. En Asturias ahora mismo rondamos los 130. Y si miramos los datos, cada ingreso suele tener al paciente en el hospital unas dos semanas, lo que en total cuesta a la sanidad pública entre 8.000 y 12.000 euros, sin contar que luego a mayores el paciente entre en un estado de dependencia y solicite un cuidador, por ejemplo", explica. "Hemos decido centrarnos en este tipo de pacientes porque la patología más común en estos casos es la osteoporosis y está muy poco tratada en España. Al ser una enfermedad de los huesos, en cuanto el paciente se rompe la cadera tiene un 90% más de probabilidades de romperse otra cosa, así que vamos a tratar de evitar eso con una atención médica más integral", añade.
El hospital, que históricamente se ha ido especializando en la atención geriátrica, tiene desde hace años un acuerdo con Cabueñes para atender parte sus casos de fracturas de cadera urgentes. En concreto, se les deriva a los pacientes mayores de 65 años que presenten este tipo de lesiones de domingo a jueves. "Hasta ahora la atención a estas personas también era buena, porque se trabaja de forma coordinada con traumatólogos, geriatras, enfermeros y terapeutas. Intentamos que se les opere en un plazo máximo de 48 horas y que, tras la cirugía, al día siguiente el paciente pueda estar sentado y que al siguiente pueda ponerse de pie", razona Suárez. "A partir de la próxima semana, lo que haremos será citarles al mes de la operación para valorar si tienen osteoporosis, estudiar posibles tratamientos y vigilar que su dieta contenga dosis adecuadas de proteínas y calcio, así como fomentar su exposición solar, que incrementa la vitamina D, y tratar de prevenir la peligrosas caídas tan típicas de esta enfermedad", resume. En Cruz Roja, según Suárez, se operan de la cadera unos 140 pacientes al año. Con el nuevo servicio, los traumatólogos se centrarán en revisar el resultado de la propia operación -vigilar posibles inflamaciones y fomentar la movilidad articular- y los geriatras se encargarán del aspecto más preventivo. "A veces se puede evitar una caída con algo tan simple como pedirle al paciente que instale una banqueta en la ducha", ejemplifica Suárez.
