La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La gran familia de Purina

Gijón rinde tributo a Purificación López, quien durante más de tres décadas gestionó el Hogar Maternal, donde "encontró" a su hija

Purificación López García.

Como Purificación López García fue registrada tras nacer en Piñeres de Pría (Llanes) en 1915 y ese es el nombre que se puede leer en la esquela que anuncia su muerte el 9 de noviembre de 1983. Pero para sus compañeras y, sobre todo para sus niños, fue Purina y como Purina quedará desde hoy incorporada a la gran historia de las pequeñas historias de Gijón a través de una placa conmemorativa que se descubrirá en uno de los laterales de la popular Casa Rosada, donde estaba el Hogar Maternal del que fue responsable durante más de tres décadas.

Una placa que explica que Purina "trabajó por el bienestar de la infancia con abnegada dedicación maternal hacia todos los niños que tuvo bajo su custodia, a los que amó, educó y cuidó como propios" y deja constancia de que su trabajo fue su vida con "jornadas interminables de 24 horas al día, 7 días a la semana y 365 días al año. Sin vacaciones ni descansos hasta el último día de su entregada vida". No recuerda la placa, pero si sus familiares, que ni siquiera quiso dejar de trabajar para ocuparse de su salud cuando se le diagnosticó el cáncer que acabó con su vida. Ese era el nivel de su compromiso con la labor a la que dedicó toda su trayectoria vital.

La adopción de Mari Pili

Enfermera y puericultora, y gijonesa de adopción casi desde el primer momento, Purificación López trabajó desde muy joven en la Gota de Leche para pasar luego a ser la delegada del Hogar Maternal desde su creación en 1949, de la mano de Avelino González Fernández, hasta su muerte. Un hogar que surgió para completar las actividades del Instituto de Puericultura construido un cuarto de siglo antes. El Hogar Maternal es ahora un centro administrativo del Ayuntamiento donde conviven las concejalías de Urbanismo y Mantenimiento Urbano y Rural y la Gota de Leche ha cedido sus espacios a las necesidades de la Fundación Municipal de Servicios Sociales. Nuevos usos para unas instalaciones que siempre han estado al servicio de Gijón.

En aquel edificio del Hogar Maternal creado a finales de los cuarenta del siglo pasado funcionaba un comedor para embarazadas y lactantes, una guardería para hijos de madres trabajadoras, una escuela de madres y aquel hogar donde niños huérfanos o hijos de familias sin recursos o con alguna problemática vivían en régimen de internado entre los 3 y los 18 años. Esa era la casa de Purina y aquellos eran sus hijos porque ejerció como gestora pero también como madre afectuosa, recuerdan los familiares que han impulsado este homenaje.

Un homenaje donde estará Mari Pili, su hija legal. Purificación López García fue de las primeras mujeres solteras de España, la primera creen sus herederos, que formalizó una adopción. Era 1972 aunque madre e hija se conocían desde mucho tiempo antes. De cuando la pequeña ingresó recién nacida en la Gota de Leche buscando una incubadora al perder a su madre en el parto y cuando, olvidada la relación con su padre por los avatares de la vida, ingresó como interna en el Hogar Maternal. De allí salió vestida de novia para crear la familia que dio a Purina dos nietas y cuatro bisnietos. La familia más íntima de la gran familia de Purina.

El acto de inauguración de la placa en la Casa Rosada tendrá lugar hoy a partir de la una de la tarde. Ejercerá de anfitriona la alcaldesa de Gijón, la forista Carmen Moriyón, que estará acompañada por parte de su equipo de gobierno. Aunque la emoción la pondrán los familiares de Purina. Su hija Mari Pili López y los sobrinos y sobrinos nietos que desde hace tiempo han luchado por este reconocimiento público a una mujer cuyo nombre puede que pocos gijoneses tengan en mente pero cuyo trabajo es digno de mención.

Compartir el artículo

stats