El Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) acaba de rebajar la condena a un gijonés de 30 años que dejó tuerto a otro hombre al darle dos puñetazos tras una discusión en un bar de Gijón al entender que con la agresión no tenía la intención de provocar ese daño. Es por ello que de los seis años de cárcel que le impuso en septiembre la Audiencia Provincial ahora el TSJA lo ha dejado en cuatro años y medio de prisión al atribuirle un delito de lesiones dolosas.

La explicación del magistrado firmante del nuevo fallo se fundamenta en que "uno o dos puñetazos lanzados al rostro pueden causar como resultado posible la pérdida de un ojo", pero esa posibilidad "no figura entre los que se dan con un elevado índice de probabilidad en la práctica judicial". En base a ese criterio, amparado en la jurisprudencia existente a este respecto, señala José Ignacio Pérez Villamil, juez del TSJA, que "la ceguera por pérdida de un ojo, siendo un resultado posible imputable a la culpa consciente, no es un resultado altamente probable abrazado por el dolo eventual del autor".

"Siento la avería"

"Siento la avería"El condenado se encontraba en un bar de la avenida de Rufo García Rendueles en la madrugada del 30 de enero de 2017, afectado por la ingesta de bebidas alcohólicas. Su actitud desconsiderada e inapropiada con la clientela y el servicio del local provocó que le llamasen la atención. Su respuesta fue propinar dos puñetazos a uno de los clientes, uno de los cuales impactó de lleno en el ojo izquierdo del hombre, de 58 años. Ese golpe le provocó el estallido del globo ocular y perdió la visitón por completo.

Durante el juicio, el ahora condenado quiso pedir perdón a su víctima. "No quería provocarle la avería que le hice a la víctima, lo siento", confesó durante la vista oral celebrada en septiembre en la Audiencia Provincial. El procesado aseguró ante el tribunal -respondió a preguntas de todas las partes- recordar muy poco de lo ocurrido aquella noche, tan solo tenía claro haber estado con la policía, despertarse primero en el hospital y después en su casa. "Pero no sé como llegué hasta allí", matizó. No obstante, ni un vago recuerdo de haber dejado tuerto a un hombre. Ahora, el TSJA le deja en cuatro años y seis meses de cárcel su condena, manteniendo los 71.520 euros de responsabilidad civil que le impusieron en la instancia anterior.