La gran batalla del reciclaje en Gijón está en la recogida selectiva de la materia orgánica, que supone hasta un 40% de los residuos mezclados que se depositan a diario en el contenedor de fracción resto -el metálico verde-. Por ello, el Ayuntamiento realizará, en la segunda quincena de marzo, una nueva ampliación de las zonas a las que se da este servicio, con la colocación de contenedores de materia orgánica -grises, de tapa marrón- junto a los ya conocidos de reciclaje de papel y cartón, envases y plásticos y vidrio.

Con esta nueva ampliación, la tercera desde la implantación de estos contenedores en El Polígono hace tres años, se aumentará considerablemente la zona de recogida, llegando a 110.000 gijoneses, un 40% de la población de la ciudad. Los barrios de El Coto, Contrueces, Roces, Perchera, La Braña, Santa Bárbara, Laviada o las zonas de Las Mestas, La Urgisa o Nuevo Gijón se suman así a los que ya contaban con este contenedor en sus calles. El pasado año, antes de la ampliación, se llegaba a unos 66.000 ciudadanos y se recogían 710 toneladas, con un incremento anual de un 48%.

Esta ampliación, la más ambiciosa hasta la fecha, supone también un aumento importante del número de contenedores marrones -que se abren únicamente con tarjeta ciudadana-. Así, Emulsa casi duplica la cantidad de depósitos, pasando de los 397 actuales a 711.

Un crecimiento que, no obstante, no quedará ahí. Desde Emulsa se explica que "la intención es que, en 2020, los contenedores marrones lleguen a todo el casco urbano de la ciudad". Todo para lograr cumplir con el llamado "objetivo 2020" marcado por las administraciones comunitarias. Según esta premisa, la Unión Europea obliga a que, en dicho año, se recicle un 50% de los residuos que se generen. Gijón actualmente está en un 27,2%, prácticamente a mitad de camino, con un crecimiento de un 6% durante el último año y hasta un 10% desde el año 2010.

"La recogida separada de materia orgánica permitirá, una vez extendida a toda la ciudad, cumplir el mínimo exigido por la Unión Europea", aseguró el presidente de Emulsa, el concejal forista Esteban Aparicio, "si logramos que la gente siga colaborando con la recogida de orgánica, vamos a llegar". Además, confía en "superar ampliamente", el 30% de residuos reciclados en las próximas fechas.

En este contenedor se deben tirar residuos alimenticios, tanto antes de prepararlos como después de cocinados y otros restos puntuales, como papeles manchados de residuos orgánicos -aceite, por ejemplo-. No obstante, se desarrollarán durante dos semanas campañas de información y sensibilización ciudadana.

Y es que, como aseveró la gerente de la empresa pública, Pilar Vázquez, "hay que animarse a reciclar estos residuos porque es muy importante para poder llegar al 50%". También explicó Vázquez que la obligación de abrir el contenedor por medio de una tarjeta ciudadana "es una necesidad para que lo que llegue al contenedor sea algo limpio, de calidad, que no lleve impropios y restos de otras fracciones que pueda contaminar todo el contenedor".

Del mismo modo, la gerente de Emulsa avisó de que "si en 2020 no llegamos al mínimo exigido, la Unión Europea valorará y evaluará y, si hay multas, irán aguas abajo, no se quedará en multas al Estado, sino a las distintas administraciones".

El pasado año, Gijón generó 129.964 toneladas de residuos, un 1% más que el año anterior pero un 11% menos que en 2010. No obstante, también aumentó la recogida selectiva, que aunque en términos generales se colocó en un 6%, aumentó hasta el 11% en los envases o un 7% en el vidrio, por un 3% de papel y cartón.

El mayor crecimiento se dio, sin embargo, en la recogida selectiva de ropa, que ascendió al 18%, llegando a recogerse más de mil toneladas. El doble, algo más de dos mil toneladas, se recogieron de residuos vegetales, un aumento porcentual del 11%. Los puntos limpios gestionaron un 7,4% más de residuos, es decir, 15.453 toneladas.

Punto limpio móvil

Para aumentar esas cifras, Emulsa pondrá a disposición de los gijoneses un camión que hará las veces de punto limpio móvil, recorriendo distintos barrios y parroquias -se informará de los horarios y lugares- para facilitar el reciclaje de electrodomésticos o productos contaminantes sin necesidad de desplazarse hasta los cuatro puntos limpios permanentes -Roces, La Calzada, Tremañes y Somió-. Se trata de una experiencia piloto de seis meses de duración en los que se tratará de concienciar a la ciudadanía sobre estos espacios. Pasado ese tiempo se valorará si la cantidad recogida justifica el esfuerzo realizado con el camión.