Un hombre de 48 años de edad ha sido detenido por la Policía Nacional tras sorprenderle con cinco envoltorios de hachís, con un peso aproximado de medio kilo, escondidos entre sus ropas. Los agentes detectaron esta actividad ilícita cuando controlaban un bar del barrio de El Llano tras recibir informaciones sobre la venta de esta sustancia en sus inmediaciones.

Los policías de la Brigada de Seguridad ciudadana, en servicio de prevención de sustancias estupefacientes en lugares públicos, recibieron informaciones de la venta de hachís y marihuana en las inmediaciones de un bar del barrio del Llano de Gijón por lo que establecieron un operativo para la comprobación de esta actividad delictiva en la zona señalada. En el marco de este dispositivo, en la tarde del lunes los agentes observaron la presencia de un hombre que adoptaba una actitud vigilante, controlando con avidez a las personas que transitaban por la calle y quien, al detectar la presencia policial, hizo ademán de abandonar apresuradamente el lugar mientras intentaba deshacerse de algún efecto que llevaba consigo.

Ante la sospecha de que estuviera preparando la comisión de un hecho delictivo o pudiera aportar algún arma o efecto ilícito, los efectivos policiales le dieron el alto con la intención de llevar a cabo su identificación. Esta persona, lejos de atender a los requerimientos, aceleró el paso ignorando de forma premeditada a los actuantes por lo que fue necesario interrumpir su marcha para realizar las indagaciones oportunas para la prevención de la delincuencia.

En situación irregular

En estas comprobaciones los agentes descubrieron que llevaba ocultos entre sus ropas cinco envoltorios de hachís: dos sujetos con el cinturón, dos en los bolsillos de su pantalón y otra en el bolso de la cazadora. Esta persona no portaba consigo ninguna documentación por lo que fue necesario su traslado a dependencias policiales para acreditar su identidad. En este trámite se constató que se trataba de un hombre de 48 años de edad, de nacionalidad marroquí que se encontraba en situación irregular en España.

Fue detenido por un delito contra la salud pública y por estancia irregular en territorio español, tramitándose un expediente de expulsión ante la Delegación de Gobierno. La droga incautada, que iba identificada con la leyenda "ICE CREAM", alcanzó un peso de 493 gramos.