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Casi cuatrocientas adolescentes dieron a luz en Gijón a lo largo de la última década

El número de embarazadas menores de 20 años se mantiene estable, aunque los expertos denotan una "normalización" de los abortos tempranos

Cerca de 400 adolescentes dieron a luz durante la última década en Gijón. La media parece haber bajado ligeramente en el pasado lustro: los últimos datos disponibles, correspondientes al año 2017, apuntan a que sólo 26 de los 1.571 partos registrados correspondían a mujeres menores de 20 años. No obstante, los sexólogos y los responsables de clínicas de interrupción voluntaria del embarazo de la ciudad aseguran que "la falta de educación sexual" y "ciertas creencias propias de la etnia y la religión" impiden que la cifra logre bajar de la veintena. Se ha conseguido estabilizar, eso sí, el número de abortos en este rango de edad: las mismas fuentes apuntan a que más de un centenar de adolescentes abortan en Gijón cada año y que, en su mayoría, lo hacen antes de la décima semana de gestación.

El Observatorio de Salud en Asturias analiza desde hace años el número de adolescentes que se quedan embarazadas en la región y estudia, adaptando los datos según la población de cada concejo, qué porcentaje de jóvenes se ven afectadas. Según el último informe publicado, en Gijón seis de cada mil adolescentes entran dentro de este grupo. Al tener en cuenta el número total de mujeres menores de 20 años (que en la ciudad son unas 20.000), el resultado sería que al menos unas 120 jóvenes se quedan embarazadas cada año. Y si sólo 26 dieron a luz en 2017, las casi cien restantes han tenido que interrumpir voluntariamente su embarazo.

La cifra coincide con las estimaciones de Blanca Cañedo, trabajadora social y directora de las clínicas Belladona, que aunque explicó ayer que no está autorizada a compartir el número exacto de sus clientas anuales sí que aseguró percibir "una cierta normalización" en este tipo de prácticas. "Hubo que pelear mucho para que estas chicas no tuviesen que ser madres tan jóvenes si no querían. Aún así, el estigma se mantiene y muchas siguen sin saber que pueden su embarazo de forma libre y gratuita, sin el permiso de nadie y sin dar ningún tipo de explicación", añade. Calcula, también, que si se sube la franja de edad hasta los 25 el número de abortos rozará más o menos los 200 cada año.

Según Mario Margolles, promotor de estos estudios, la idea del observatorio es calcular cuántas adolescentes podrían estar en riesgo de contraer una infección de transmisión sexual. La premisa es que la mayoría de estos embarazos no fueron deseados. "Sabemos que eso no tiene que ser siempre así y que hay ciertos grupos de población en los que los embarazos tempranos son normales. Es el caso de algunas etnias y países del Este, por ejemplo. Entendemos que la mayoría de chicas menores de 20 años, a día de hoy, no desean tener un hijo", concreta. Margolles y su equipo toman como fuente el registro estadístico de la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei). Este segundo colectivo registra un dato más preocupante: en 2015 tres menores de 15 años dieron a luz en Gijón. Otras dos lo hicieron en 2012. "Cuesta entenderlo", reconoce el experto.

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