Dos dotaciones de bomberos de Gijón tuvieron que intervenir ayer para sofocar un fuego que se originó en la planta baja del edificio ubicado en el número 12 de la calle Corrida, en pleno centro de la ciudad. Este edificio, de cuatro plantas, está semiabandonado y tan solo cuenta con un morador con el que son habituales los incidentes.

Vecinos y comerciantes se percataron de una fuerte humareda proveniente del inmueble y alertaron a los bomberos, que se desplazaron con dos vehículos: un coche autoescalera y otro de primera salida. Tras unos instantes buscando el origen de las llamas lo encontraron en la planta inferior. "Un compañero lo encontró en el hueco de la escalera donde se estaban quemando un saco de leche en polvo y restos de basura que han generado mucho humo", explicó el jefe de turno del servicio de extinción, Manuel Durán. Los bomberos aseguraron la zona, retiraron el saco incendiado -posiblemente con una colilla- y ventilaron el edificio.

Problemas con los vecinos

Según describen vecinos y comerciantes próximos este edificio está ocupado por una persona que habita en el primer piso, de cuyos balcones cuelgan una bandera pirata, otra de Asturias, una bufanda del Sporting y hasta hace poco colgaban botellas de sidra. Dentro del portal hay pintadas, proclamas por la cooficialidad cuadros y adornos que ha colocado este inquilino que ya ha provocado diversos problemas en la zona, alojando allí a amigos y con música alta hasta de noche que hasta han provocado intervenciones policiales.