La escasez de nuevos sacerdotes afecta de un tiempo a esta parte a la gran mayoría de las congregaciones religiosas. En Gijón, es el caso de la Compañía de Jesús, que tras abandonar la actividad de la parroquia del colegio cerrará ahora también la comunidad de religiosos del centro al final de este curso. Los ocho jesuitas que ahora habitan allí será redistribuidos en el Natahoyo y en el colegio San Ignacio de Oviedo. "Hoy se ve más conveniente el ir agrupando las comunidades de jesuitas en nuestra región en menos lugares, de los que seguir presentes en las distintas instituciones en las que trabajamos", explican fuentes de la propia compañía. Es previsible que, en el futuro, el espacio que dejan libre los jesuitas sea aprovechado para la actividad educativa del colegio.

Esta decisión, tomada y meditada ya hace varios meses, ha tenido que esperar a la autorización de distintos estamentos jerárquicos, empezando por el padre general de la Compañía, Arturo Sosa. Luego, el jesuita provincial de España, Antonio España, ha sido el encargado de transmitirlo al arzobispado de Oviedo así como al claustro y resto de asociaciones ligadas al colegio de la Inmaculada, la de Antiguo Alumnos y de Padres de Alumnos. "Las causas de esta decisión son varias; por una parte el numero de jesuitas es menor hoy que en otras épocas y eso conlleva la necesidad de ir adaptando las presencias", argumentan desde la compañía.

En los últimos años fueron varios los jesuitas fallecidos que suponían un pilar para la comunidad, como el caso de Pachi Cuesta, Pedro Menéndez Cifuentes, Carlos Vigil González-Cutre o Luis Martínez de la Vega Leguina. Otros tuvieron que ser trasladados por motivos de salud. Además, desvelan, "separar comunidades y obras va siendo una opción cada vez más frecuente" dentro de la estructura de la propia orden. Actualmente solo quedan en el centro los sacerdotes José Manuel Peco, Antonio Pérez García, Juan Ignacio Nieto Tamargo y Anselmo Rodríguez Secades y los hermanos Tomás Nistal, José María Herreras, Gregorio Bello y Claudio de Ponga.

No obstante, advierten, el cierre de la comunidad "no implica un cambio en la gestión del colegio". De hecho, actualmente el jesuita Alfredo Flórez es el director del colegio y otros religiosas colaboran en la marcha diaria del centro. Sí resaltan que la Compañía de Jesús "sigue adelante con su empeño de alentar la misión compartida con los laicos, en su propósito de formar hombres y mujeres para los demás".

Relevo en San Lorenzo

Relevo en San LorenzoPor otro lado, el hasta ahora párroco de la iglesia de San Lorenzo, Herminio González Llaca, nacido en 1956, dejará la parroquia en los próximos meses debido a su delicada salud, que ya le mantuvo ingresado tras sufrir un infarto hace justo un año. Es por ello que Herminio González Llaca -antes de llegar a San Lorenzo fue arcipreste de Avilés y párroco de Cristo Rey de Versalles- pasará a la situación de jubilado en los próximos meses. Junto a él también podría alcanzar la jubilación el actual vicario parroquial de San Lorenzo, Gilberto Lorenzo.