No es casualidad que sea Paloma García Díaz, directora de los Museos Arqueológicos de Gijón, quien dé hoy (20.30 horas, iglesia de San Juan Bautista de Cenero) el pregón de inicio de las fiestas del Santo Cristo de la Abadía de Cenero, uno de los lugares arqueológicos más importantes del norte de la Península Ibérica.
- ¿Sobre qué versará el pregón?
-No lo quiero desvelar, la verdad. (Se ríe). Pero sí quiero que sea algo especial para los habitantes de Cenero, que son quienes me han dado el honor de dar el pistoletazo de salida a sus fiestas.
- ¿Qué importancia arqueológica tiene la Abadía de Cenero?
-Desde el punto de vista arqueológico tiene una gran importancia para Gijón y para la arqueología romana del norte de la Península. En esta parroquia es donde mayor número de restos arqueológicos de época romana bien conservados se encuentran. Podemos enumerar la Villa Romana de Veranes, que cuenta con un museo de sitio; también los restos arqueológicos de Murias de Beloño. No son los únicos, también hay otros hallazgos repartidos por todo su territorio que hacen que esta parte de Gijón tenga muchísima relevancia.
- No es casualidad
-No. Hay una presencia muy potente del ramal Tramontano de la Ruta de la Plata, que articula todo el territorio. Discurre por toda la parroquia de suroeste a noreste, entrando a Gijón por donde hoy en día se encuentran los altos hornos de Arcelor Mittal. Como es lógico, alrededor de estas importantes vías de comunicación se asentaban yacimientos. En este caso, como es una zona rural, predominan los yacimientos agropecuarios.
- Y es que Gijón cuenta con un gran nivel arqueológico.
-Yo pienso que sí. La ciudad apostó ya a principios de los años ochenta del siglo XX por un proyecto de recuperación de patrimonio arqueológico que ha llegado a nuestros días. Y eso se nota en la ciudad. Ahora existe una gran proyección social, educativa y turística gracias a los museos de sitio que existen en la ciudad.
- Somos los gijoneses realmente conscientes de ello?
-Yo creo que sí, pero a lo mejor no en la medida que nos gustaría. Los museos son visitados, utilizados por los colegios, asociaciones y otras entidades que hasta hace poco no los usaban. Esa proyección social ha ido poco a poco arraigando en los habitantes de Gijón.
- Y ahora, de cara al verano, será importante también la presencia del turismo.
-Claro. Siempre hay que tener en cuenta ese componente turístico de la ciudad, que hace que los museos, en los periodos vacacionales, tengan una mayor afluencia de público.
- Más aún este año con la presentación del programa "Gijón romano".
-Sí. Tener una marca de ciudad centrado en ese origen romano de la ciudad hace que exista una proyección mayor, tanto dentro como fuera de Gijón. De hecho, este año hemos planteado una programación que abarca todo el año, no solo el verano o los periodos lectivos escolares.
- Cuáles son las líneas estratégicas del programa?
-Esencialmente, tres: el programa "Tesoros singulares", que comenzó este año, es una actividad de difusión en la que cada trimestre se expone una pieza que habitualmente no se muestra o pasa más desapercibida, invitando al usuario a visitar luego el yacimiento de donde procede; también el V Coloquio de arqueología de Gijón, que tuvo lugar en abril, sobre la captación y el almacenamiento de agua en la ciudad en la Antigüedad, y, por último, este año realizaremos la exposición del pabellón de Gijón en la Feria de Muestras, bajo el título "Roma y Gijón".
