El PSOE es el partido más votado en el Ayuntamiento de Gijón donde, obtiene 11 concejales, cuatro más de los que tenía hasta ahora. "Estoy muy contenta y satisfecha de que nuestro modelo de ciudad sea el modelo que quiere Gijón. Si, me siento alcaldesa de Gijón", ha declarado Ana González, que llega a la acaldía de Gijón tras la victoria del PSOE.

Ciudadanos se convierte en la segunda fuerza más votada y obtiene cuatro concejales. Podemos-Equo pierde la mitad de su concejales y se queda con 3 ediles y Foro pasa de ocho a tres ediles, los mismos que obtiene el PP, que repite los resultados que obtuvo en 2015.

Vox entraría también en esta corporación municipal con dos representantes, mientras que IU aguantaría con un edil.

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El municipalismo gijonés encara una nueva etapa tras ocho años con Carmen Moriyón al frente de la Alcaldía de la ciudad Moriyón se hizo con el bastón de mando en 2011 tras dar el salto del hospital de Cabueñes, donde ejercía la medicina, a la política encabezando en Gijón la propuesta de Francisco Álvarez-Cascos. Entonces los votos de los ediles del PP fueron básicos para que Moriyón fuera Alcaldesa y, por primera vez en la actual etapa democrática, el gobierno de la ciudad no estuviera en manos de los socialistas. Moriyón consiguió mantener la Alcaldía en 2015 (aquí puedes ver lo que se votó entonces por distritos). Los tres partidos de la izquierda -PSOE, Xixón Sí Puede e IU- no alcanzaron un pacto que trasladase al gobierno la mayoría de izquierdas que tenían en el salón plenario y Moriyón volvió a coger el bastón de mando como cabeza de lista de la candidatura más votada. La moción de censura sobrevoló el Ayuntamiento de Gijón durante estos últimos cuatros años sin ni siquiera llegar a ser formalizada. La marcha de Carmen Moriyón del Ayuntamiento de Gijón ha sido voluntaria:_optó por irse a la política regional como presidenta de Foro en toda Asturias y su candidata al Principado.

Estos últimos meses de mandato han servido para poner el punto y aparte a dos temas de vital trascendencia para la ciudad y larga y compleja tramitación. El Pleno daba en enero la aprobación definitiva al nuevo Plan General de Ordenación (PGO). Sólo el PSOE votó en contra. El objetivo que se pretendía era recuperar la normalidad y seguridad jurídica para el urbanismo local tras dos planeamientos anulados que generaron el anacronismo de que el urbanismo gijonés del siglo XXI tuviera como normabásica un plan de 1999. Ahora queda ver si el Plan supone dinamizar el sector de la construcción, como todos esperaban, y si hay capacidad para desarrollar algunas de las ideas más singulares que se incluyen en el documento: como la playa verde de la costa este o un espacio tecnológico de economía azul en la costa oeste. Sin olvidar que hay ya empresas y vecinos que han llevado el PGO a los tribunales con lo que la amenaza de anulación ha vuelto.

El PGO se aprobó a principios de año y, sólo hace unos días, se formalizaba el nuevo convenio de la sociedad Gijón al Norte que supone revitalizar el histórico proyecto del plan de vías con un compromiso de inversión pública de 814 millones. El nuevo convenio coloca la estación intermodal en el entorno del Museo del Ferrocarril, prolonga el metrotrén hasta Cabueñes y amplia el soterramiento de vías hacia el oeste para liberar más espacio en superficie donde "coser" la ciudad. El grueso del trabajo y el dinero corresponde a Fomento pero Gijón como Ayuntamiento tiene un compromiso de más de cien millones de euros por delante.

De las cuentas municipales se habló y se hablará mucho porque el nuevo gobierno recibe un Ayuntamiento con los gastos limitados por lo que se dice en el Plan Económico-Financiero aprobado hace unos meses por Foro. Un Plan impuesto por el hecho de que se incumplirá la ley de estabilidad presupuestaria en 2017 en lo referido a la regla de gasto. El PEF tiene una vigencia de dos años, así que sigue en marcha aunque la buena nueva más reciente es que se cumplió con la ley en el cierre de cuentas de 2018.

Pero no sólo de economía y urbanismo vive la acción municipal. Gijón tiene varios frentes abiertos en materia de contaminación: desde los problemas de contaminación atmosférica que no paran de denunciar los vecinos de la zona oeste a los de contaminación de las aguas con una depuradora en la zona este hecha pero sin funcionar por sentencia judicial. A esta ultima realidad y a los problemas en la red de aguas -ahora mismo la Empresa Municipal de Aguas tiene entre manos la construcción de dos pozos de tormenta millonarios-se culpó de la dolorosa imagen de una playa de San Lorenzo amarronada que se vivió a principios del pasado verano.

Gobierno y oposición deberán decidir también que pasa con un proyecto tan singular y polémico como la renta social. O como se solventan los millones y millones de euros que esperan las comunidades de vecinos en subvenciones municipales a la rehabilitación de fachadas que tienen concedidas pero no se les han abonado. O que hacer con los barrios tras las constantes críticas de los vecinos por su mal mantenimiento.