Más de una hora de trabajo sin descanso, en plena noche, con escasa visibilidad y mala mar. Así se podría resumir el complicado rescate de los cinco tripulantes heridos del barco "Arklow Day", en la noche de ayer, por parte de los integrantes del Helimer Cantábrico.

"Fue muy complicado, pero para eso nos entrenan", aseguraba esta mañana, en la base, el comandante Jorge Fernández, que participó en el rescate de ayer junto al piloto Carlos Cuenca, el operario de grúa José Ramón Cruz y el rescatador Antonio Piñeiro. "No hay ningún rescate fácil, pero en el de ayer confluyeron muchas dificultades", ahonda Fernández.

El aviso lo recibieron alrededor de las 21.45 de ayer. El motivo: un barco, en las inmediaciones de la ría de Avilés, había perdido un tripulante, que había caído al agua. El Helimer Cantábrico se puso inmediatamente en marcha y, a mitad de camino, llegó el segundo aviso: no había ningún hombre en el agua.

Así, sin saber muy bien qué se iban a encontrar, abordaron el "Arklow Day", de bandera irlandesa. El barco, muy estrecho de manga, se balanceaba mucho, con lo que la operación fue especialmente complicada, puesto que el piloto "tenía que luchar constantemente para no perder el barco de vista".

Una dificultad añadida con la mala mar del día de ayer, en la que la costa asturiana estaba bajo alerta naranja. "Había olas de entre cuatro y nueve metros", confirman los rescatadores.

Al bajar al barco, Piñeiro pudo comprobar cómo se había derrumbado una estructura de hierro, cayendo sobre algunos de los tripulantes. "Primero eran tres heridos, luego cuatro y, al final, cinco", explica el rescatador. Con mucho esfuerzo y la ayuda de los tripulantes sanos logró sacarlos a la cubierta y, desde ahí, uno a uno fueron siendo subidos al helicóptero. El último, subió junto a Piñeiro.

Una vez en el Helimer se realizó el primer triaje y se avisó a los servicios médicos, que dieron traslado a los heridos a los centros hospitalarios correspondientes. Uno de ellos, el más grave, sigue ingresado en Cabueñes a la espera de una operación del servicio de Traumatología. Los otros cuatro fueron trasladados al Hospital de Jove, donde tres han sido dados ya de alta y el último fue derivado al HUCA para valorar una intervención de Cirugía Plástica.