La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

"El sector aún invisibiliza a muchas compañeras", claman las artistas

La historiadora Semíramis González aboga por incorporar el feminismo en la gestión cultural

En primer término por la izquierda, la artista Semíramis González, junto a la directora de la Escuela de Arte de Oviedo y con Susa Carro detrás. MARCOS LEÓN

El feminismo, además de revolucionar el canon artístico con un enfoque más reivindicativo y que visualice la discriminación de la mujer, sigue centrado en una de sus principales batallas: hacer justicia con la invisibilización histórica de compañeras del mundo del arte y la literatura que, a día de hoy, siguen sin formar parte de los libros de texto. A ojos de la escultora Pilar Vicente Foronda, "ya no hay excusas", porque la revisión de la historia ya se ha hecho y la investigación ya ha catalogado, y lo sigue haciendo, a mujeres de las que hasta hace poco no se hablaba. "El problema es que trasladar esto al público es una cuestión política que no interesa", lamenta.

Según la historiadora y comisaria de arte Semíramis González, el arte siempre ha sido activista, pero su poder reivindicativo se ha ido incrementando en el último medio siglo, coincidiendo con la segunda ola feminista. El problema, explica, es que la historia se hizo "consultando con solo unos pocos, y esos pocos contaron únicamente su parte", provocando que hasta hace relativamente poco decenas de mujeres artistas no figurasen en las investigaciones académicas. El ejemplo más claro, explica, es el de la joven activista Greta Thunberg. "Tildan de loca a una muchacha de 14 años pero no se critica a los niños futbolistas que los meten a las canteras con una edad parecida o a las niñas que desde muy pequeñas saltan a la fama en el cine o como cantantes. La imagen de la mujer loca sigue siendo un estereotipo que se aprovecha para quitarnos mérito", razonó.

González no cree que el conflicto esté aún solucionado y considera que la discriminación por género a la hora de visibilizar colecciones de arte sigue vigente. "Lo grave es eso, que tal y como estamos hoy es probable que dentro de 50 años las compañeras vivas que ahora están haciendo cosas tampoco sean recordadas", lamentó. Tras el término de la jornada artística celebrada ayer en La Laboral, que contó con la presencia de otras artistas y responsables de gestión cultural de la región, la comisaria guió un recorrido por la exposición "Equivocada no es mi nombre", en la que se ilustran la distintas formas de violencia a las que se enfrentan las mujeres en todo el mundo.

Compartir el artículo

stats