El Consejo Superior de Investigaciones Científicas está investigando el origen de la contaminación que registra la unidad móvil ubicada por el Principado en Jove. Se trata de un estudio de un año de duración, que concluirá dentro de unos seis meses, y que se basa en cotejar las partículas contaminantes recogidas en Jove con muestras tomadas en industrias y acopios de graneles.
El Principado optó por encargar ese estudio sobre el origen de la contaminación en Jove tras un primer informe hecho por la propia administración regional, el pasado mes de junio, en el que se apuntaba a la industria pesada asentada en Veriña y al puerto de El Musel, como los orígenes de la contaminación en esa zona del oeste gijonés. Aquel informe se basó en analizar la concentración de contaminantes recogidos por la unidad móvil, en función de la dirección e intensidad del viento que había en los momentos en los que las mismas se depositaron en los captadores de la unidad móvil.
La investigación del CSIC va a dar un paso más, cotejando químicamente las partículas contaminantes con los principales focos de emisiones que hay en el entorno.
Algo similar ya fue realizado para el Principado por una consultora especializada hace año, en la estación de control de la calidad del aire de la Avenida de la Argentina. Aquel estudio encontró altas concentraciones de hierro entre las partículas contaminantes y apuntó como principales focos de contaminación en esa zona de La Calzada a varias instalaciones de la factoría de ArcelorMittal en Veriña y, en segundo lugar, al grupo 1 de la térmica de Aboño, el más antiguo de la central.
Al estudio que ahora se está elaborando para el Principado sobre el origen de la contaminación en Jove se une otro encargado por el Ayuntamiento para El Lauredal.
Otros estudios que están en marcha relativos a la contaminación en Gijón, encargados también por el Principado, son los relativos a los de partículas sedimentables, problema que afecta principalmente a los barrios del entorno del puerto de El Musel; y el estudio que está desarrollando el Instituto de Salud Carlos III sobre la ubicación de las estaciones de control de la contaminación atmosférica en la ciudad.
La ubicación de las estaciones de medición es uno de los asuntos que han generado más polémica con el movimiento vecinal y los ecologistas, que reclaman, entre otras medidas, la implantación de una estación en El Lauredal que forme parte de la red oficial y se tenga en cuenta para decretar alertas.
