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Arcelor rediseña las tuberías de gases de las baterías para evitar nuevas averías

Las obras implican reducir los codos, mejorar el aislamiento térmico e instalar inyectores de vapor para impedir que se atasquen con alquitrán

Las nuevas batería de coque de ArcelorMittal.

ArcelorMittal y la ingeniería Paul Wurth están ultimando las medidas para corregir los fallos de diseño que obligaron a parar la producción en las baterías de coque de la factoría siderúrgica gijonesa el 16 de enero, dos días después del arranque de la instalación. Las medidas que está implementando la ingeniería se centran en las conducciones de gases. El objetivo es evitar que en el interior de esas tuberías se solidifique el alquitrán, obstruyéndolas e impidiendo que se realice el proceso de limpieza de los gases de coque extrayendo de los mismos el alquitrán y otros subproductos. Arcelor intentará volver a arrancar las baterías de coque el 3 de febrero.

Antes tendrán que estar completados los cambios en las canalizaciones de gases. El nuevo diseño gira en torno a tres medidas principales. Por un lado, se está reduciendo el número de codos de las tuberías, haciéndolas más rectas, para mejorar la fluidez en su interior.

También se las está rodeando de material aislante para que no disipen calor, manteniendo así una mayor temperatura en su interior, una de las claves para conseguir que el alquitrán no se solidifique y llegue fluido hasta la planta de tratamiento de subproductos, en la que se limpia de alquitrán, azufre y naftalina el gas de las baterías antes de enviarlo a otras instalaciones siderúrgicas que lo utilizan como combustible.

La tercera medida que se está implementando para mejorar el diseño de las conducciones de gases de las baterías es dotarlas de inyectores de vapor de agua, un sistema que ya existía en las baterías de coque de Arcelor clausuradas el año pasado en Avilés, pero que no se habían previsto para la nueva instalación gijonesa.

Junto al deficiente diseño en el sistema de gases, en la avería que se originó hace dos semanas también influyó el hecho de que los 45 hornos de la batería se cargaran con una cantidad de carbón menor a su capacidad, procedimiento que se hace en los arranques de este tipo de instalaciones para evitar que se originen daños al refractario que protege los hornos y que es un elemento clave de la instalación, según explican las fuentes consultadas.

Junto a las mejoras que se están implementando en el sistema de tuberías, en su segundo arranque Arcelor también va a variar el tipo de carbón que se empleó en el momento del fallo.

Los técnicos de la multinacional siderúrgica y de la ingeniería que diseñó las nuevas baterías trabajan a destajo para poder arrancarlas el lunes de la próxima semana. Que estén plenamente operativas en febrero es relevante ante el hecho de que el próximo mes la siderúrgica prevé duplicar la producción de la acería de Avilés.

Toneladas de coque

Arcelor está acometiendo una inversión superior a los cien millones de euros en sus nuevas baterías de coque de Gijón. Son dos baterías, cada una con 45 hornos en los que se destila la hulla. La primera de esas baterías es la que ha sufrido la avería, en vías de reparación. La otra batería está en obras y su construcción concluirá previsiblemente en la primavera.

Para entonces, ambas baterías producirán 1,1 millones de toneladas de coque anuales, de los 1,3 millones que precisan los hornos altos para fundir el mineral de hierro, cuando trabajan a plena capacidad.

La destilación de la hulla generará al año 497,66 millones de metros cúbicos de gases de baterías, que se utilizarán como combustible en instalaciones siderúrgicas, entre ellas el horno alto B. Como subproductos se producirán, durante la limpieza de los gases, 42.048 toneladas de alquitrán, 3.416 de azufre y 876 de naftalina.

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