La obra de Evaristo Valle (Gijón, 1873-1951), uno de los grandes pintores españoles de la primera mitad del siglo XX, no deja de dar sorpresas. Desde ayer se expone en el museo gijonés dedicado al artista un óleo desconocido hasta ahora -plegado y guardado durante más de cuatro décadas en la instalación de Somió-, pero que abre interesantes vías para el estudio de la pintura social o política del creador asturiano.
El cuadro, pintado alrededor de 1905, o sea, durante la época en que el periodista Luis Bonafoux lo visita en París y relaciona al "gran pintor" con "ese pueblo de doctos y entusiásticos obreros", en referencia a Gijón, mide 41 por 66,5 centímetros y ha sido restaurado por Bernardo Díaz. Para la doctora Gretel Piquer Viniegra, la más cualificada especialista en Valle, esta pieza es un boceto para otra obra o, quizás, para una ilustración. Sea así o no, este óleo tiene gran fuerza por sí mismo. Es especulación, pero algo debió ver el pintor en la pieza para mantenerla tal cual.
Piquer relaciona la obra descubierta con las llamadas "pinturas negras" de Valle. Es una serie de cuatro lienzos que el pintor asturiano firmó hacia 1904 y en las que, como en la pieza presentada ayer, son evidentes las huellas de las homónimas creaciones de Goya. Dominan en este óleo de Valle rescatado los negros, grises y ocres. Para la especialista, "Sin título" puede emparentarse razonablemente con otros trabajos del pintor hoy desparecidos y de los que tenemos noticia: "Impresiones de apaches", "Hombres de acción", "Orador del rojo pendón" o "¡Sólo!".
El cuadro representa una marcha de protesta, tal vez una "manifestación proletaria", como dice Piquer Viniegra: una multitud, a la que arenga a la derecha del lienzo un hombre que levanta enérgico su diestra, avanza detrás de una bandera negra (¿la enseña anarquista?). También a ese lado derecho, vemos unas construcciones hacia las que parece dirigirse esa masa, mientras que en el lado opuesto un hombre con barba mira directamente al espectador, lo que contribuye a la complicidad con la escena que contemplamos.
Será un boceto o un cuadro inacabado, pero tiene la potencia expresiva de lo que no necesita mucho más. El conjunto es de una extraordinaria modernidad. Y confirma el interés que Valle mostró por las tensiones sociales de su época, la "tergiversación del mundo". Conoció las ideas progresistas en los talleres gráficos gijoneses y, más tarde, en París. El descubrimiento y presentación de "Sin título" se completará el próximo viernes con la conmemoración de los sesenta y nueve años de la muerte de Valle.
