El Museo Evaristo Valle sirvió ayer de teatro improvisado para acoger, por primera vez en la historia, la representación de lo poco que se conserva del tercer acto de "El sótano", una obra del artista gijonés que da nombre al recinto de Somió y de la que, hasta ahora, apenas se sabía nada. La historiadora del arte Gretel Piquer, inmersa en la investigación de un nuevo cuadro de Valle recientemente restaurado, halló unas cuartillas manuscritas que dan a entender que la obra teatral no se llegó a terminar. "Siempre creímos que tenía dos actos y un final abierto, pero ahora podemos afirmar que Valle, en realidad, trabajó en una tercera parte", aseguró ayer la experta.

El cuadro restaurado no tiene título y se mantuvo oculto durante décadas, hasta que Piquer y el resto de compañeros del Evaristo Valle comenzaron a trabajar en la que fue su última exposición en el edificio, "Valle, revelado". La muestra, aún disponible, hace un recorrido por otras obras inéditas que demuestran que el gijonés había aprovechado parte de sus propios lienzos -recortando trozos de cuadros originales que le "sobraban" o directamente pintando por encima de creaciones que ya no le gustaban- para poder producir obras nuevas, con un estilo más comercial, y venderlas en los años de escasez tras la Guerra Civil. "Así rescatamos este nuevo cuadro que, por suerte, se pudo restaurar", matizó Piquer.

La nueva obra está disponible en el museo desde este mismo miércoles y muestra a una masa de manifestantes enarbolando una bandera negra. Por su estilo y trazado -tonalidades oscuras con cielos lóbregos similares a los de El Greco-, Piquer supone que pertenece a la misma época de la serie "Pinturas Negras" del autor. "Lo importante es que el tema choca un poco con lo que se sabe de Valle, porque siempre defendió que él no seguía a ningún partido político", completó la ponente.

Para analizar esta historia "revolucionaria" de Valle, Piquer repasó toda su trayectoria pictórica y literaria en busca de publicaciones ideológicamente comprometidas. Y aquí es donde sale "El sótano", una obra teatral en la que el gijonés narra, en una especie de alegoría a la Revolución de Asturias, cómo un grupo de obreros y aristócratas encerrados en un sótano van perdiendo progresivamente la cabeza. Se publicó en dos actos, dejando un final abierto, pero gracias a las cuartillas rescatadas por Piquer ayer se pudo representar lo que se intuye que sería la temática de la tercera parte, en la que los secuestrados, ya enajenados, se empeñan en transformar el local en un cabaret. La representación sacó la vena interpretativa de caras conocidas en el museo como el responsable Pablo Basagoiti y el guía y monitor infantil del recinto Jorge Mola.