José Antonio Sesmilo, vecino de El Natahoyo, llevaba más de 30 años trabajando como estibador, una labor que desempeñó tanto en la ciudad como en Avilés. Toda su familia es "muy querida en la zona oeste" por su especial vinculación con el Gijón Industrial, en el que durante años jugó Óscar, el menor de sus hijos, que ahora estudia en Madrid. "Su otra hija, Aroa, que es enfermera pero siempre le gustó mucho la fotografía, nos ayudó un tiempo a sacarle fotos a los partidos y a gestionar las redes sociales", aclaró Diego Junquera, presidente del club.

El fallecido también visitaba con frecuencia la ciudad de Soria, de donde es original su mujer, María Luz de Pablo. "Recuerdo días que venían de hacer el viaje de vuelta a Gijón y se pasaban por nuestros entrenamientos a las diez de la noche con embutidos. Su trato con el club fue siempre excelente", concreta Viti Amaro, antiguo entrenador del club, que añade: "Si hay una familia que no se me merece algo así, es esta". Otros compañeros de trabajo inciden en que Sesmilo empezó en la estiba con apenas 18 años y que, salvo una lesión de espalda, nunca cogió una baja: "Siempre estuvo al pie del cañón". Estaba a punto de jubilarse.