Un veterano estibador falleció ayer por la mañana mientras trabajaba en labores de carga de carbón en El Musel. Los hechos se produjeron pasadas las 11.40 horas en el exterior de la bodega del barco "Arklow Valour", atracado en el muelle Olano del puerto gijonés. Por causas que áun se desconocen, José Antonio Sesmilo González, de 56 años, fue golpeado a la altura de la cintura por la cuchara de la grúa que transportaba el material, provocándole heridas mortales. El hombre, con más de 30 años de trayectoria profesional, era uno de los empleados más experimentados del sector y muy querido por toda la plantilla de la Autoridad Portuaria, que ya ha anunciado varios paros de actividad entre hoy y mañana como señal de duelo.

Sesmilo se encontraba en el exterior de la bodega dirigiendo las labores de carga por parte de un joven compañero al mando de la grúa. Por un fallo aún pendiente de investigar, la cuchara de la máquina, que ya vacía pesa 14 toneladas, impactó contra él, golpeándole con fuerza a la altura de la cintura y empujándole al interior de la bodega, contra una de las paredes.

El accidente fue comunicado inmediatamente a Emergencias, que movilizó a su dotación de la UVI-Móvil del área sanitaria de Gijón. El equipo médico llegó en tan solo siete minutos al lugar del suceso, pero nada pudo hacer por salvar la vida del operario, que falleció por una hemorragia masiva de forma casi instantánea. El compañero al mando de la grúa, por su parte, se mostró gravemente alterado y con un posible cuadro de ansiedad. Otros empleados de El Musel, bajo recomendación de los propios sanitarios, lo separaron del fallecido y lo trasladaron en un vehículo particular hasta el Hospital de Jove.

Junto al personal de la ambulancia se desplegó también un amplio dispositivo de agentes de la Policía Portuaria y la Nacional, la Guardia Civil y el Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento. Estos últimos, según el Ayuntamiento de Gijón, movilizaron a ocho efectivos y colaboraron en las labores de rescate. "Una vez que el juez de guardia autoriza el levantamiento del cadáver, los bomberos procededieron al izado del cuerpo desde la bodega a cubierta con un sistema de polipasto (poleas) y desde la cubierta a tierra con una maniobra de tobogán con la escalera corredera", aclaró el Consistorio

En este tipo de labores, aunque rutinarias, el sector de la estiba explica que "no es raro" que en algunos momentos empleado al mando de la grúa se tope con "puntos ciegos" que le impidan ver correctamente por dónde está llevando la cuchara, por lo que depende de las instrucciones que le envíe un compañero en tierra. "Muchos llevamos años diciendo que para estas labores, por muy experimentado que seas, lo ideal es que haya un tercer compañero vigilándolo todo. Sesmilo sabía muy bien lo que hacía, llevaba haciéndolo toda la vida", explicaron ayer a este diario empleados del Puerto. La Autoridad Portuaria declinó hacer declaraciones a la espera de que la investigación sobre lo sucedido fructifique.

La plantilla de El Musel, por su lado, ha convocado varios paros de actividad en solidaridad con su compañero. Comenzaron ayer y se alargarán durante el día de hoy entre los operarios de empresas portuarias, el sector de estibadores y la sociedad que gestiona la terminal de graneles sólidos de El Musel, Ehbi. La familia de Sesmilo lo despedirá hoy a las 18.30 horas en el tanatorio Tanatorio Noega, en la Sala Magnolio.

La ciudad suma tres accidentes mortales, dos de ellos laborales, en una semana

El trágico accidente laboral ocurrido en el día de ayer en El Musel, que le costó la vida al estibador gijonés José Antonio Sesmilo, se suma a la lista negra de El Musel. Únicamente hay que retroceder dos años para encontrar el último caso. Fue a finales de febrero de 2018, cuando Francisco José Iglesias Meré, más conocido como "El Tato", perdió la vida a causa de un accidente laboral.

El marinero gijonés de 55 años falleció mientras participaba junto a otros compañeros en las labores de atraque de un buque que llegaba al muelle Olano, el mismo en el que tuvo lugar el luctuoso accidente de ayer. Según testigos, una de las piezas metálicas de la embarcación se soltó repentinamente e impactó en el rostro de Iglesias Meré a gran velocidad, provocándole la muerte.

Para encontrar otro hecho similar hay que remontarse a 2014, cuando un trabajador de 26 años y natural de La Felguera, José Miguel Fernández Méndez, falleció al estallar la tapa posterior de una cuba que impactó en su cabeza y le provocó un traumatismo craneal severo.

En 2007, fue Armando Norniella quien pereció en un accidente laboral a los 51 años. En su caso, participaba en la excavación de un pozo de bombeo y una de las paredes se desprendió enterrándole hasta la cintura. El operario permaneció varios minutos semienterrado hablando con sus compañeros hasta que falleció por asfixia.

El de ayer, es el segundo accidente laboral que se cobra una vida en Gijón esta misma semana. Un avilesino de 57 años, Ángel César González Santos, falleció el pasado viernes tras precipitarse desde una altura de más de 20 metros mientras realizaba unas labores de mantenimiento en los focos de iluminación de El Molinón. Y es el tercer fallecido en poco más de una semana por un accidente. El pasado sábado, un ovetense de 50 años con problemas de visión, Enrique Riestra, se precipitó accidentalmente desde un acantilado de más de diez metros en El Rinconín.