La dirección de la terminal de minerales de El Musel, Ebhisa, comunicó ayer a todos los trabajadores que tendrá que reducir plantilla mediante despidos si no se aprueba el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que ha puesto encima de la mesa. La empresa les asegura que con el acusado descenso de tráficos por la bajada de producción de ArcelorMittal y el cierre de las centrales térmicas de carbón, la viabilidad de la terminal está en cuestión y son necesarias medidas de ajuste laboral.

La negociación del ERTE con el comité de empresa está en punto muerto. La dirección ha planteado una regulación de empleo entre el próximo mes de mayo y diciembre de 2021, al considerar que los tráficos no comenzarán a recuperarse hasta el segundo semestre de ese año.

El ERTE afectaría a los 135 trabajadores de plantilla un máximo del 52% de su jornada anual. Plantea pagarles un complemento para garantizar el 55% de salario bruto los días de ERTE, lo que supone el 77% del bruto mensual, teniendo en cuenta que trabajarán casi la mitad de cada mes. El comité de empresa por su parte exige un complemento salarial que garantice el cobro del salario íntegro a los trabajadores durante el ERTE.

La carta remitida por la dirección a la plantilla incluye como ejemplo, que un trabajador afectado por el máximo periodo de regulación de empleo (el 52% de su jornada) percibiría al mes 3.471 euros de salario bruto, calculado en base a la media salarial de la empresa, que es de 4.531,38 euros brutos mensuales.

Ebhisa prevé cerrar 2020 con unos tráficos de 7,46 millones de toneladas, muy por debajo de sus cifras históricas. Una parte de ese descenso puede ser coyuntural si ArcelorMittal se recupera, pero otra parte es irrecuperable, ante el cierre de las térmicas de carbón. La empresa envió el comunicado a los trabajadores el mismo día en el que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia autorizó el desguace de las de Endesa en Compostilla y Natugy en La Robla. A medio plazo sólo quemará carbón el grupo dos de la térmica de Aboño, de EdP.

Como ejemplo de la "drástica caída de los niveles de ocupación de la instalación", Ebhisa señala que en los próximos cuatro meses Arcelor sólo descargará 371.000 toneladas.

La empresa considera que con el ERTE se puede garantizar su viabilidad, volviendo a superar en 2021 los 9 millones de toneladas y obteniendo beneficios con los que compensar en parte las pérdidas del año en curso.

Pérdidas

Las cifras que maneja la empresa son cerrar 2020 con unas pérdidas de 5,23 millones de euros ya que de los 19,32 millones de euros de ingresos que tenía previstos al inicio del ejercicio, acabará el año con 11,57 millones. En la misiva explica que el año pasado inició un plan de contención de gastos que llevó a recortar los mismos en 2,40 millones de euros en 2019 y la previsión de otro millón más en 2020. Hasta ahora no había tocado los costes salariales, que según las explicaciones de la empresa suponen el 40% de sus costes totales.

Ante esa situación, la empresa señala que considera necesario el ERTE "para tratar de evitar la extinción de contratos (despidos objetivos, ERE) y reducir en parte los gastos de personal así como las tensiones de tesorería producidas por la bajada de la facturación y hacer viable la empresa en este nuevo escenario", se plasma en la carta.