ArcelorMittal España prevé cerrar 2020 con unas pérdidas antes de impuestos, intereses y amortizaciones (EBITDA) de 294,6 millones de euros, que ascenderán a 384,774 millones incluyendo amortizaciones, debido a la crisis del coronavirus. La empresa estimar que verá reducidos en 985 millones de euros sus ingresos (un 26,24%) para el ejercicio respecto a sus previsiones a principios de año por el desplome de la demanda.
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La compañía trata de superar ese escenario que plantea con los ajustes laborales que ha puesto encima de la mesa. Sin ajustes laborales, la empresa prevé que el volumen de pérdidas para este año duplicará a las que la compañía registró en 2019 y será cuatro veces superior al que habría tenido si no se hubiera producido la pandemia.
Ese es el resultado del ejercicio incluyendo las amortizaciones. Sin tener estas últimas en cuenta (EBITDA), el resultado previsto a raíz de la irrupción del coronavirus de 294,6 millones de euros en números rojos, triplica el resultado negativo por 84,36 millones de 2019 y supone 35 veces menos de los 8,52 millones de euros en positivo que la compañía preveía para 2020 antes del estallido de la crisis sanitaria.
Las malas previsiones económicas de la empresa se basan en un informe técnico encargado a FTI Consulting sobre el impacto en el negocio de ArcelorMittal de las medidas de urgencia adoptadas por el Gobierno para hacer frente a la pandemia del coronavirus.
Además de esos números globales, el informe detalla los ingresos y gastos. Respecto a los primeros, 2019 se cerró con 5.003 millones de ingresos. Las previsiones de la compañía antes de la pandemia eran concluir 2020 con unos ingresos de 3.753 millones, cifra que se verá reducida hasta los 2.768 millones por la crisis.
No todo son estimaciones. Si la multinacional siderúrgica cerró el primer trimestre de 2019 con menos de un millón de euros de pérdidas en España, el mismo periodo de este año se ha saldado con una cifra negativa de 21,66 millones de euros, incluyendo amortizaciones. En cuanto al EBITDA, se desplomó un 89,4%, pasando de una cifra positiva de 20 millones en los tres primeros meses del año pasado a 2,1 millones en el actual.
El informe propone reducir en un 46,3% los gastos de personal de la compañía para hacer frente a la situación, unos gastos de personal que ascienden a 515 millones de euros por los más de 8.200 empleos que el grupo tiene en España. Si se aplica esa reducción, las pérdidas al final del ejercicio serían de 151,1 millones de euros y un EBITDA negativo de 55,95 millones.
La consultora señala que las medidas para hacer frente al COVID-19 provocarán una reducción del 36% en la fabricación de productos planos y del 35,3% en largos en 2020 respecto al año precedente. En ese sentido, detalla que si el nivel de ocupación de los talleres de planos fue del 84,5% el año pasado y el de largos del 80%, para 2020 será del 51,7% conclusiones a la que la consultora llega efectuando una proyección para el resto del año de lo acontecido en el primer trimestre.
Además desglosa la bajada de producción prevista en un 43% en productos para la construcción, en un 30% en los destinados a la industria del automóvil y en un 35,3% los de los talleres de largos.
El informe de la consultora también apunta que la recuperación económica no se producirá hasta 2021. La empresa, en cualquier caso, considera que la recuperación será lenta y progresiva.
Además, el informe encargado por la multinacional siderúrgica y en base al que justifica la necesidad del ERTE que plantea, apunta que para empeorar aún más el panorama de recesión en el que está entrando la eurozona, con unas previsiones del FMI de una crisis peor que la de 2008, la pandemia no ha mermado la capacidad de producción del país en que se originó, de China: "Según los datos del mercado, los niveles de existencias se han incrementado al máximo y se espera una sobreproducción a corto plazo que impacte directamente en el precio del acero", lo que se une a la caída de la demanda. No obstante, matiza que la Asociación China del Hierro y el Acero ha incitado a moderar la producción, para intentar mantener precios.