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Reservas de quita y pon

"Se mueven de una semana para otra de acuerdo con las noticias sobre el virus", explican hoteleros locales

Unas turistas con mascarilla se hacen una foto delante de las "letronas" de Gijón. JULIÁN RUS

Nada ni nadie es ajeno al impacto de la crisis sanitaria, social y económica del coronavirus. Un impacto que en el turismo se transforma en incertidumbre. Los hoteleros de Gijón lo viven en primera persona. "Las reservas se mueven de una semana para otra y de acuerdo a las noticias relacionadas con el covid". De este modo, resulta muy complicado predecir qué tendencia seguirán las visitas en un periodo distinto al corto plazo", explica Julián Llorca, director del hotel Abba de Gijón. Sandra Menéndez, recepcionista del hotel Don Manuel, también constata ese comportamiento inesperado de las reservas: "Unos días tenemos muchos clientes, y otros, al revés".

En todo caso, el número de camas ocupadas después de la pandemia es relativamente alto. "Las ocupaciones no están siendo malas", dice Montserrat Cañón, directora del NH Gijón. Llorca coincide: "Para julio habíamos estimado un 50% y estamos en un 75%". El descenso de visitantes no ha sido todo lo alarmante que cabría esperar. La clave está en el turismo nacional, que, al contrario que el extranjero, ha crecido con respecto al año anterior", explican los hoteleros.

Marta Arroquia e Iván Matey, clientes del Môderne, son dos de esos turistas. Vienen desde Madrid y han elegido Asturias "principalmente por el clima", pero también por contar con una tasa de contagios menor que la de otras comunidades españolas. "Hicimos un mapa en el que señalamos las comunidades que atravesaban una mejor situación y Asturias estaba en lo más alto", cuentan. A lo largo de su estancia se han encontrado con "viajeros nacionales y algún alemán".

Tampoco se han topado con foráneos María Rosa Vic y Juan José Coll, mallorquines que se alojaron en el Hernán Cortés tras visitar otros lugares del norte peninsular. "Nos ha llamado la atención que el turismo es español. Hemos pasado por Cangas de Onís y la zona costera y todo está lleno de turistas nacionales", sostiene Vic. Julia Aróstegui, hospedada en el mismo equipamiento, es vecina de Madrid y en este descanso observa "bastante gente" en Gijón, adonde viaja frecuentemente por su "ambiente" y "buen clima". No obstante, no aprecia tanta afluencia de visitantes en el hotel como otros años.

Y es que en circunstancias normales la ocupación hotelera estaría ya entre el 90% y el 95%. Para agosto es complicado vaticinar qué cantidad de turistas recibirán los hoteles de Gijón, pero se espera, según Llorca, más "turismo internacional". En cualquier caso, ninguna apreciación anticipada será sobre seguro. "Todos los datos hay que ponerlos en cuarentena", sentencia.

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