A punto de cumplir los 90 años, Alberto Cortina Rodríguez, expresidente de la Federación Asturiana y Española de pelota -sección a la que lleva años unido-, recibirá el próximo 8 de septiembre uno de los reconocimientos más especiales de su carrera, el de "Grupista ejemplar".
- ¿Qué sintió al enterarse de la noticia?
-Había tenido más reconocimientos del club, pero era cuando estaba más en activo. Ahora juego más al golf, pero sigo yendo al Grupo, como siempre. Fue una sorpresa muy agradable para mí, porque aunque me encuentro muy bien y hago una vida muy activa para mi edad, los próximos que cumplo son ya 90 años. Es muy especial recibir un reconocimiento como este del Grupo, es un orgullo y una sorpresa muy grande.
- ¿Qué significa el Grupo para usted?
-A los 16 años me vine a Gijón solo. Gijón para mí fue mi casa, le debo mucho, pero el Grupo fue el que me albergó siendo un niño. Los chavales de mi edad fueron mucho más que mis amigos, mis hermanos. Luego yo me esforcé y la vida fue espléndida conmigo, como yo lo fui con los sacrificios que hice. He sido muy feliz en el deporte y en mi trabajo. Y eso se lo debo todo a Gijón y al Grupo, a esa marca especial que es.
- ¿Cómo cambió el Grupo desde entonces?
-Éramos muy pocos socios entonces. Yo estuve muchos años viviendo el Grupo, dejándome aconsejar y haciendo todo el deporte que podía. Luego participé mucho de todos los torneos y todas las actividades que se pueden hacer. Y eso el Grupo siempre me lo reconoció.
- Tiene hasta un torneo a su nombre.
-Sí, un torneo de pelota. La pelota fue el sostén de mi vida deportiva. Conozco casi el mundo entero gracias a ella. La pelota me lo dio todo, se lo debo absolutamente todo. Hice todo lo que pude por ella, me fue, la pelota se portó bien conmigo, pero no me debe nada, se lo llevo yo todo.
- ¿Qué le dijo su mujer al enterarse?
-Es muy fan de mí, aunque no es muy deportista. Está encantada de la vida. Me llevo perfectamente bien con ella. No acaba de entender que a un hombre ya mayor como yo el Grupo le haga merecedor de un reconocimiento como este.
- ¿Cuáles son los mejores recuerdos que guarda del club?
-Miles. Todos muy grandes y muy buenos. Solo uno malo: la desaparición de Jesús Revuelta, que siempre me ayudó en todo. Me llevé muy bien con él y envidié su fuerza y espíritu, es un hombre que había nacido para mandar.
