El estudio que el pasado mes de diciembre presentó la concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Gijón y que instaba a cerrar el anillo navegable del río Piles para evitar así episodios de contaminación en la bahía de San Lorenzo "presenta errores que lo invalidan como soporte científico para la toma de decisiones". Así lo aseguró ayer el doctor en Geografía de la Universidad de Zaragoza e investigador del Grupo Agua Derecho y Medio Ambiente del Instituto Universitario de Ciencias Ambientales Francisco Pellicer, en la presentación del contrainforme que el Real Grupo de Cultura Covadonga se había comprometido a realizar. El estudio supone la oposición a "una medida tan radical y tomada con argumentos de escasa consideración científica y medioambiental", en palabras del presidente grupista Antonio Corripio, que remarca que desde un primer momento aseguraron que "si las conclusiones coincidían, rectificaríamos y apoyaríamos las medidas tomadas" por la concejalía. Nada más lejos de la realidad, pues el estudio realizado por un "prestigioso equipo multidisciplinar" encabezado por Pellicer no solo no confirma las conclusiones sino que alumbra otras "casi contrarias".

El contrainforme de Pellicer desmonta uno por uno los argumentos defendidos entonces por el gobierno. "No existe ningún dato, análisis o registro que evidencie la proliferación de cianobacterias en el anillo navegable", sino que se trataría de algas filamentosas, revela el estudio. Esa es la máxima que había esgrimido el Ayuntamiento para cerrarlo.

Además, "no hay ninguna evidencia que pueda relacionar la mortandad de fauna en el Piles con la presencia de cianobacterias". Del mismo modo, el informe clarifica que "el río Piles presenta un problema integral de calidad", pero que se debe esencialmente a los vertidos contaminantes que sufre, con lo que "la calidad del agua del anillo navegable no es buena, pero no por factores inherentes al anillo, sino por la presencia de vertidos".

Con todo, el documento explicita que "los eventos de contaminación en la zona de la desembocadura del Piles y la playa de San Lorenzo son difícilmente atribuibles a una causa concreta, pero no hay ninguna evidencia de que se deban a la proliferación de cianobacterias". En definitiva, "los informes presuntamente científicos en los que se apoya el Ayuntamiento de Gijón no aportan datos ni criterios que justifiquen la supresión definitiva de las compuertas del anillo navegable".

De hecho, un correcto uso de estos mecanismos, abriendo el paso del agua conforme suba la temperatura de la misma para que evitar que se empantane y crezcan algas u organismos nocivos, es una de las ideas que planteará el Grupo a Ayuntamiento, Principado y Confederación Hidrográfica como medida alternativa para evitar el cierre de la instalación.

Igualmente, insistieron en que, estando inutilizado el anillo navegable, en las últimas semanas hubo que cerrar dos veces al baño la playa de San Lorenzo, por lo que "el problema no es el anillo", remarcó Pellicer, que quiere hacer del tramo para piragüistas "un polo de influencia para la ambiciosa y urgente recuperación integral del Piles".