Marina Pineda, concejala socialista de Hacienda, aprovechó ayer su defensa de las ordenanzas fiscales para poner sobre la mesa algunas cifras que reflejan la "factura del covid para las arcas municipales". En lo que tiene que ver con este 2020 se han perdido 14 millones en ingresos y generado 12 millones de gastos inesperados, entre los que están los 5 millones del pacto "Gijón reinicia" para ayudas a autónomos y pymes, 2,5 millones para un plan de empleo y un millón en medidas de seguridad. El punto de partida en el diseño de los presupuestos del año que viene no es mejor ya que, según la cuantificación de Pineda, la horquilla de ingresos bajará entre 10 y 13 millones, lo que obviamente tendrá que tenerse en cuenta al equilibrar los gastos.

Pineda defendió el compromiso del gobierno local con los afectados económicos de la crisis del coronavirus. "Y por eso la renuncia al IBI diferenciado", explicó la socialista, que calculó en dos millones los ingresos que perderá el Ayuntamiento y en 261 empresas las que se verán beneficiadas de ese cambio de criterio. El "IBI para ricos" fue la gran apuesta de las ordenanzas fiscales pactada por PSOE, IU y Podemos para este año. Nunca se llegó a aplicar.

La efectividad para la economía local de eliminar el IBI diferenciado no la ve la concejala de Hacienda en la bonificación del IBI a la hostelería "porque su impacto es incalculable, su ejecución casi imposible en lo técnico y legal y no beneficia a quien más lo necesita. ¿Creen que los bancos y las inmobiliarias van a tramitar una ayuda de la que no se van a beneficiar?", indicó la edil recordando que la rebaja se va al propietario del inmueble.

De la dificultad de ejecutar esa bonificación deja evidencia Pineda al recordar que el Ayuntamiento tiene constancia de 2.300 licencias de hostelería en la ciudad, pero solo hay 215 inmuebles en el padrón fiscal con ese uso.

El gobierno ve en esa bonificación un apoyo a "locales de grandes grupos que ya pudieron poner sus terrazas, lo que supone desigualdades entre unos y otros hosteleros". Y otro matiz: la bonificación sería de aplicación en el IBI de 2022, no el año que viene. "Se está hablando de una ayuda concreta a un sector muy afectado pero hay otros: comercios, gimnasios, peluquerías...", explicó Pineda, para quien la administración municipal no puede asumir todas las pérdidas de los sectores afectados por medidas del Principado y el Estado.