El personal del Hospital de Cabueñes volvió a salir hoy a los rellanos de cada planta en protesta por la saturación del complejo gijonés, que lleva una semana amenazando con su colapso por el aumento de ingresos y la escasez de plantillas. El centro ya había amanecido con un gran cartel que rezaba "Dimisión" y que cubría buena parte de la fachada. Era un mensaje dirigido al gerente, Manuel Bayona, y que volvió a repetirse en la concentración del personal, convocada a las 14.15 horas.

Esta protesta es ya el "aplauso de los balcones" particular de los sanitarios del hospital. Es, en este caso, un aplauso "irónico" a una gestión de recursos que consideran ineficiente. Aunque a nivel de ocupación del complejo respira con algo más de alivio (pese a que sigue muy lleno), el personal asegura estar "sobrecargado, cansado y al límite" de sus capacidades.