“Esto parece la sierra de Madrid”. El comentario es de Sonia Suárez, una vecina del Natahoyo que ayer, junto a su marido, Manuel Méndez, y su hijo, Enol, recorrieron 14 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta para coronar el pico del Sol, en el límite de Gijón con Siero, repleto de excursionistas y ciclistas toda la jornada. Parecida estampa se dio en la cima del Fario, cuyo máxima altura comparten Siero y Sariego, pero con una loma que nace entre Gijón y Villaviciosa. Y en la ruta de La Ñora, que finaliza en la playa homónima en el límite con el concejo maliayés. En el primer fin de semana de perímetro con bares cerrados y con un tiempo excelente, los confines gijoneses bullían en actividad.
Los había veteranos y noveles. Como es el caso de Begoña Fernández, Araceli Peque, Ana María Rodríguez, Rosa Elvira Zamora y Pilar Carrión, que ayer cogieron el coche para celebrar el cumpleaños de Araceli en la cima del pico El Sol con una comida con camping gas incluido. “Hay mucha gente, no esperábamos tanta”, afirmaban.
“Cada vez sale más gente a pasear. Es muy recomendable”, comentaba Ignacio Félix Prendes, un sanitario que ayer partió desde Gijón para coronar el pico Fario. Le acompañaron en la aventura Marián y José Rodríguez y María Muñiz. “Hay que disfrutar de lo bueno”, añadían.
La playa de La Ñora es uno de los arenales más bellos de Asturias, pero con el cierre de Gijón es territorio “extranjero” para los gijoneses. No así la senda, una agradable ruta que ayer presentaba una imagen más propia de la primavera. Mónica Marulanda, Fredy Quintero y Alexandra Dulgheru son hosteleros nacidos en Venezuela, pero que llevan tiempo viviendo en Gijón. “Hay que aprovechar ahora que todavía se puede pasear, nunca se sabe si nos van a confinar”, explicaban. Ellos salieron desde San Lorenzo para disfrutar de un paseo donde encontraron muchos compañeros de viaje. “No esperábamos tanta compañía”, afirmaban los tres paseantes que, como otros muchos vecinos de Gijón, ayer aprovecharon el buen tiempo y el cierre de los bares para ir a dar un paseo hasta los confines del concejo.
