La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La evolución de la arena en San Lorenzo se observará con drones durante un año

La monitorización de la playa, con cuatro mediciones en marea baja y dos en mareas vivas, busca actualizar datos de volumen y movimiento

Paseantes por la playa de San Lorenzo, con San Pedro y Cimadevilla al fondo.

La playa de San Lorenzo estará monitorizada durante un año con el objetivo de que el Ayuntamiento tenga acceso a información actualizada sobre el volumen y movimientos de la arena. El punto de partida de este proyecto es un contrato de asistencia técnica diseñado desde el servicio de calidad y vigilancia ambiental del Ayuntamiento para la realización de un estudio topográfico del arenal de San Lorenzo y la desembocadura del río Piles. El trabajo, adjudicado a la firma Locis Sigtech, dio comienzo ya con una primera medición y la intención de prolongarse durante doce meses. La adjudicación se hizo en 7.880 euros sobre un precio de licitación de partida de 13.500 euros. Locis Sigtech es una consultora de Gijón, ahora ubicada en Viesques, especializada en ámbitos relacionados con la cartografía, los sistemas de información geográfica y el medio ambiente.

A partir del uso de drones se obtendrá en cada punto de interés una “nube de puntos tridimensional” que permita visualizar con gran definición y desde todos los ángulos la situación de la arena en cada momento. Así se podrá hacer un seguimiento de su evolución en el tiempo de duración de la campaña. El planteamiento inicial es hacer seis mediciones: cuatro se corresponden con mediciones trimestrales coincidiendo con marea baja y las otras dos en momentos de mareas vivas. Los técnicos municipales han fijado como prioridades que las mediciones se hagan en condiciones en las que la rompiente de las olas tenga el menor recorrido sobre el arenal y en días despejados.

La situación de la playa de San Lorenzo está, desde siempre, en el centro del debate ciudadano y político. Son muchos los estudios, de todo tipo y desde todos los ámbitos, que se han realizado para ver desde los niveles de contaminación del agua al origen de las recurrentes manchas de carbón. Los movimientos de la arena también han estado controlados. Durante el mandato de Carmen Moriyón, se hicieron trabajos topográficos, de monitorización y varios estudios para valorar las pérdidas y ganancias de arena en cada punto. Algunos financiados por el Ayuntamiento y otros por la Autoridad Portuaria. Algunos llevan la firma de los profesores Germán Flor, padre e hijo, de la Universidad de Oviedo. A lo largo de estos años, y en base a estos análisis se fue concluyendo que no era necesaria una operación general de aporte de nueva arena a San Lorenzo sino derivaciones puntuales de unas zonas de la playa a otras. A pesar de ello se fijaron la bahía gijonesa y Rodiles como puntos para hallar arena compatible si se necesitara.

El Incar ultima las conclusiones de su estudio sobre el origen de las manchas de carbón

Los técnicos del Instituto Nacional del Carbón (Incar) han dado por finalizado el trabajo de campo que estaban realizando en la playa de San Lorenzo desde finales del pasado 2019 con la recogida de muestras de manchas de carbón para intentar identificar su origen. Ahora toca que presenten las conclusiones de su estudio y para eso aún tienen unas semanas de plazo.

La presentación del informe supondrá finiquitar el acuerdo alcanzado hace un año y que dio lugar a un contrato que, protocolariamente, firmaron en el salón de recepciones del Ayuntamiento el concejal de Medio Ambiente, Aurelio Martín, y el director del Incar, Fernando Rubiera. El contrato supuso un desembolso de 14.000 euros de las arcas municipales. El objetivo era dar una respuesta científica y definitiva al eterno debate entre quienes consideran que las manchas son aún restos del cargamento que dejó en el mar el “Castillo de Salas” al hundirse frente a Gijón en 1986 y quienes ven su origen en los movimientos de carbón que se hacen en el puerto del Musel. El Incar ya había trabajado en la playa de San Lorenzo pero dentro de un proyecto más global que alcanzaba a otros arenales del Principado. Esta era la primera vez que se planteaba un estudio concreto, exhaustivo y con fondos municipales.

En un informe preliminar trasladad al Ayuntamiento se dejaba constancia de la existencia de hasta trece tipos diferentes de carbones, mineral de hierro y coque mezclado con la arena. Una variedad de materiales mucho más amplia que las cuatro clases de carbón siderúrgico que transportaba el buque “Castillo de Salas” lo que evidencia que no todas las manchas de San Lorenzo tienen esa procedencia. En ese sentido se pidió la colaboración de la Autoridad Portuaria para poder comparar muestras. El “estudio petrográfico de muestra de carbón recogidas en la playa de San Lorenzo de Gijón y elucidación de su posible procedencia” es responsabilidad de Isabel Suárez-Ruiz.

Compartir el artículo

stats