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Los profesores de Educación Física piden espacios municipales para dar sus clases

Las carencias en los gimnasios de los institutos asfixian a los docentes de la asignatura: “La estamos impartiendo en el interior de las aulas”

Por la izquierda, Vanessa de Dios, Iván Fernández, Jorge Fernández, Francisco Flórez, Enrique Rendueles, Joaquín Fidalgo, Sara Llamazares, Senén Villaverde, Pablo Landa, Iván Pastrana, Jorge García y Nuria Varela. Marcos León

La falta de medios de los profesores de Educación Física en los institutos de la ciudad exige “medidas de manera urgente” o de lo contrario estarán condenados a dar las clases en el interior de aulas. “Necesitamos espacios válidos para nuestra materia”, destaca de forma gráfica Jorge Fernández, del IES El Piles. Los docentes de los 13 centros públicos de Secundaria se han unido para elaborar un informe de necesidades, revelado hace días por LA NUEVA ESPAÑA. Pero aparte de dejar constancia de la antigüedad y las carencias de sus instalaciones, quieren que el Principado tome ya cartas en el asunto. Y han decidido dar un paso un más: solicitar permiso para usar equipamientos municipales o de colegios de Primaria. “Todos los centros tienen que tener un espacio cubierto porque los gimnasios son pequeños. Cuando llueve apenas hay espacios techados y con la necesidad de mantener las distancias, es imposible que metamos a todos los chavales en unos espacios tan reducidos”, claman los docentes, que ayer se reunieron en el IES Montevil.

“Lo cierto es que no creía que todos los centros estuvieran tan mal”, asegura el director del IES Montevil, César Suárez. Es el suyo uno de los institutos más afectados. “Ya llevo escritos dos informes para dejar constancia de nuestro estado, el último justo antes de la pandemia”, explica. En su caso, como en la mayoría, “no hay ningún espacio a techo”. “El gimnasio es minúsculo, a pesar de que somos un centro construido en el año 1990. Es extraño que no se planificara de otra manera”, señala. Sus aulas albergan a 800 alumnos que no tienen espacio y se ven obligados a impartir la asignatura de forma teórica en el aula. “Queremos saber si hay un plan en la Consejería, porque Asturias no es lo mismo que Sevilla y aquí necesitamos espacios cubiertos, más si tenemos en cuenta que muchos chavales sólo hacen deporte en las horas de Educación Física”, remata.

En similar situación se encuentran centros como el Doña Jimena, donde imparte clases Enrique Rendueles. “El gimnasio tiene 50 años, los vestuarios están sin arreglar, no hay agua caliente y necesitamos una cubierta”, dice. “Se ha hecho muy poca inversión y ahora es cuando pagamos las consecuencias”, añade. Además de que los estudiantes de su centro no pueden practicar deportes en el gimnasio por lo reducido del espacio, “las canastas para baloncesto son las únicas que hay y es necesario moverlas, lo que cuesta mucho esfuerzo”. “La falta de medios es absoluta”, remata.

Por eso, desde algunos centros, como el suyo, se han empezado a lanzar propuestas para compartir espacios con colegios de Primaria o incluso instalaciones municipales. “En horas donde no haya un uso municipal se deberían contemplar turnos para que los chavales puedan hacer deporte en buenas condiciones”, asegura.

La fórmula se lleva a cabo en el IES El Piles gracias a la iniciativa de Jorge Fernández, quien solicitó al Ayuntamiento la cesión de un espacio en el Palacio de los Deportes de La Guía. “Es complicado andar moviendo a los chavales del centro al pabellón, pero al menos es una solución”, asevera. “Muchas veces, nos vemos obligados a quedarnos en el aula, porque el gimnasio es muy pequeño y tiene unas goteras enormes”, añade.

En el ánimo de los docentes está que el informe que han elaborado centro por centro no caiga en el olvido y se convierta en pura estadística, sino que se convierta en una herramienta de trabajo de cara al futuro de manera que se pueda avanzar en las mejoras que tanto necesitan. La lista es larga y también comprende cuestiones como la renovación de pavimentos, la dotación de materiales o la mejora de la seguridad de las instalaciones. Pero, por encima de todo, aspiran a “tener un espacio cubierto”. “Es lo mínimo que se puede pedir en Asturias cuando además los colegios, que dependen del Ayuntamiento, sí que han ido cubriendo sus patios”, indican.

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