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El covid arrolla a Emtusa: sufre la mayor caída de usuarios de su historia

Un desplome del 42% deja la cifra de viajeros en los autobuses urbanos en 10,9 millones, un registro nunca visto que golpea las arcas de la empresa

Viajeros acceden a un autobús de la línea 12 de Emtusa.

Ni los más viejos del lugar recuerdan una cifra así. Ni se la encuentra entre las páginas de los más amarillentos informes de las últimas décadas. El covid-19 ha arrollado a los autobuses urbanos de Gijón. Emtusa es una víctima económica más de la pandemia. A 10,9 millones ha alcanzado el número de viajeros transportados por la empresa el pasado año. Un 42,35% menos que en el año anterior. Un desplome sin precedentes en la historia de la empresa cuya constitución como sociedad municipal fue ratificada por el Pleno el 14 de noviembre de 1978.

Ese año Tunisa, la concesionaria responsable del transporte urbano en Gijón, había marcado un mínimo de 14,3 millones de viajeros en plena convulsión social y sindical por los problemas en el servicio. Cuatro millones más que en un 2020 de debacle donde el confinamiento y la paralización de la vida económica y social de la ciudad ha golpeado con dureza al transporte. Para Emtusa lejos están los 18,9 millones del año 2019. Y más lejos aún los más de 25 millones de media de viajeros en los años finales de la década de los ochenta del siglo pasado. En los noventa se inició un descenso que hizo colocar la horquilla de usuarios entre los 18 y los 20 millones. Hasta el mazazo de 2020. El golpe económico que supone esta caída de viajeros lo ha parado, por ahora, el Ayuntamiento con una aportación extraordinaria de 3,4 millones. Queda ver si este 2021 será un año de recuperación. Y si esa recuperación puede ser tan rápida como para poder volver a la vieja normalidad.

En principio, la propuesta presupuestaria para el ejercicio que acaba de empezar plantea alcanzar los 17,7 millones de viajeros en un presupuesto ordinario de 22,4 millones al que se sumaría otro de 1,8 millones en inversiones. Aunque todo ello depende de la evolución de las medidas políticas que se vayan tomando según se eleve o se baje la curva de los contagios por covid. El Ayuntamiento como socio único es quien respalda el capítulo de ingresos de la empresa. Aunque se podría contar ahora con fondos extraordinarios de compensación por las pérdidas en el transporte urbano llegados desde otras administraciones.

La pérdida de viajeros ha afectado casi por igual, en lo porcentual, a todos los servicios ordinarios. Aunque en miles de viajeros las grandes pérdidas, más de un millón de usos cada una, están en las líneas 1 (El Cerillero-Cabueñes), 10 (Pumarín-Cabueñes), 12 (El Cerillero-Contrueces) y 15 (Nuevo Roces-Cabueñes). En esas cuatro grandes líneas se han perdido más de la mitad de los ocho millones de viajeros.

Por supuesto, a cero se quedaron los registros de los servicios lanzadera a una Feria de Muestras que nunca tuvo lugar y se perdió el 80% de los usuarios habituales del servicio a El Molinón y de los búhos nocturnos, una vez que la gran parte del año se quedó sin poder ver al Sporting y con la vida nocturna clausurada a golpe de toque de queda. Tampoco hay que olvidar que de marzo a mayo los autobuses fueron gratis.

La recuperación de viajeros y de ingresos no son los únicos frentes abiertos que tiene la empresa. La pandemia también se cruzó en el proceso para seleccionar a 60 conductores que irán cubriendo las plazas que queden vacantes durante los próximos cuatros años por jubilaciones o incapacidades permanentes. La renovación de la flota será motivo de debate plenario este miércoles a cuenta de una iniciativa de Podemos que quiere comprometer un plan a diez años. Desde el ámbito sindical, por otro lado, se oyen voces críticas con las actuaciones en materia de movilidad impulsadas por el gobierno local y donde ven más interés por la bicicleta que por el autobús.

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