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Nacen las covadongas, el dulce homenaje a las güelas de Gijón

Una confitería del paseo de Begoña lanza unos nuevos pasteles de creación propia para compensar “un año difícil”

Fuego ofrece sus pasteles en la jornada de degustación, ayer. Marcos León

La gijonesa Carmen Fuego llevaba tiempo dándole vueltas a cómo y de qué manera podría lanzar un dulce de creación propia que sirviese, a la vez, para impulsar su negocio y para recordar la profunda huella que su bisabuela Emma Pantiga le había dejado. El trabajo se ha vuelto tangible ahora, con la presentación de sus covadongas, unos pasteles que homenajean la sencillez de su güela y que, de paso, aspiran a ser un flotador para su confitería del paseo de Begoña ante la crisis causada por el covid-19. “No ha sido un año fácil, pero ahora tenemos ilusión”, agradece.

Patinga, recuerda su bisnieta, fue una referente para toda la familia. Superó “muchas desgracias”, porque vivió la Guerra Civil, la muerte de un hijo y su pérdida de visión, pero nunca perdió “la fuerza y la sencillez” que marcan aún hoy a toda la familia. De ahí que al final las covadongas sean pasteles más bien simples, hechos con almendras, avellanas, huevos y mantequilla, pero con una “esencia asturiana” que, espera Fuego, permitirá que se asienten en Gijón como un pastel asociado a la ciudad. Para contrarrestar lo “rústico” del dulce, se vende en cajas con un diseño más moderno y minimalista, aunque se incluye también un papiro que repasa la historia de Pantiga. “También tiene sentido sacarlo en estos momentos, así tenemos algo a lo que aferrarnos para no perder la ilusión”, defiende Fuego.

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