Gijón diseña una veintena de proyectos para atraer 180 millones de los fondos europeos

Sobre la mesa de Ana González hay proyectos con un ámbito territorial muy concreto y otros que afectan al global de la ciudad. Entre las actuaciones territorializadas destacan iniciativas en Roces, La Calzada, El Llano, El Coto, La Camocha y Cimadevilla. La rehabilitación integral del barrio de Roces con fondos europeos, que adelantó LA NUEVA ESPAÑA, incluye como singularidad la conversión de un viejo depósito de la Empresa Municipal de Aguas en un centro cultural. En cuanto a La Camocha no sólo se plantea avanzar en el diseño de patios verdes y actualizar toda la red de la EMA; también se trataría de invertir en un espacio que se convierta en un nuevo parque empresarial –a sumar al ya previsto– y que pueda recuperar la actividad productiva de una zona que la tuvo durante décadas gracias a la mina.

Y para Cimadevilla se pedirían fondos europeos con el fin de sacar adelante proyectos ya conocidos, como el diseño del anillo de circulación o el arreglo de las siete viviendas de Vipasa en el barrio, pero también para un singular proyecto de turismo sostenible, entendiendo que todos los visitantes que pasan por Gijón pasan en uno u otro momento por Cimadevilla.

En La Calzada, El Llano y El Coto es donde se podría en marcha un proyecto de ecomanzanas con actuaciones en el subsuelo, suelo y altura de esos espacios, que incluyen recogida neumática de la basura en el subsuelo, generación de espacios verdes con eliminación de aparcamientos en superficie y acciones de gestión energética eficiente.

El planteamiento del gobierno local –que la Alcaldesa presentará el próximo mes a los grupos en una comparecencia extraordinaria que ayer anunció en el Pleno– habla de intervenciones localizadas pero también de estrategias. Tres en concreto: estrategia del agua, de la energía y de la movilidad. La primera línea estratégica incluye, por un lado, el proyecto de renaturalización del río Piles y, por otro, más que importantes actuaciones dentro de la EMA para acometer la separación de las redes de pluviales y fecales, un proceso de digitalización de los contadores, planes de aprovechamiento de las aguas de lluvia para baldeos y regadíos y un proyecto de reutilización de fangos y aprovechamiento de saltos de agua para generar energía.

Un elemento que se conecta con esa estrategia de energía donde una de las líneas se centra en producir de hidrógeno para que pueda ser utilizado como combustible en el transporte público municipal y en todos los vehículos del Ayuntamiento. Aunque no solo. Hay otra medida para la inyección de hidrógeno en calderas de gas con el objetivo de minimizar la contaminación. No se descarta que para poder desarrollar esta iniciativa se apueste por crear una empresa mixta buscando la colaboración de un socio del sector.

La generación de energía desde edificios públicos y privados da vida a otro proyecto que está sobre la mesa de la Alcaldía de Gijón. El Ayuntamiento lo desarrollaría en sus edificios –escolares, culturales, deportivos y sociales– en base a un proceso de rehabilitación integral que de respuesta a los principios de accesibilidad total, envolvente térmica y utilización de energías limpias que exige Europa. Pero Europa también abre esa opción para las comunidades de vecinos y el Ayuntamiento animará a que los gijoneses apuesten por ello. Una tercera estrategia, la de movilidad, daría cobertura a la renovación de la flota de Emtusa pero también a un plan de corredores verdes que conecten sendas y espacios verdes ya existentes y favorezcan la creación de nuevas zonas verdes. Hay una ya pensada en El Llano.

No sólo las empresas de transportes, servicios de medio ambiente y aguas, se involucran en los planes. También la de vivienda con propuestas de rehabilitación y construcción: la más singular una construcción de viviendas con carácter modular para jóvenes. Ana González adelantó en una intervención plenaria, en respuesta a una pregunta de Podemos sobre el asunto, que a lo largo de las ultimas semanas se habían reunido con agentes económicos y responsables de las administraciones estatal y autonómica para concretar las líneas de trabajo. “El tiempo pasa y todo el mundo aprieta el acelerador. Hasta abril tenemos plazo para concretar”, sentenció.