El Hogar de San José atiende cada año a una media de 120 menores en su programa de “Mañanas educativas”. Se trata de niños que, por medidas disciplinarias, se ven privados de la asistencia a sus centros educativos y, por lo tanto, “más fácilmente abocados al fracaso escolar y a la exclusión”, reflexiona el director, Rafael Piñera.

Por ello, desde este emblemático centro gijonés de El Natahoyo, que forma parte de las labores de la Compañía de Jesús en Gijón, se está impulsando una proposición no de ley para su aprobación en la Junta General del Principado, y en colaboración con la asociación “El Patiu”, de Llanes, de manera que se procure “un tratamiento adaptado a estos alumnos y que tenga en cuenta su situación”.

La experiencia dicta en el Hogar de San José que estos niños “no son unos pequeños delincuentes, sino que tienen que lidiar con situaciones personales y familiares complejas, y sus comportamientos no son más que un reflejo de esas dificultades”. Por eso, Piñera recalca que “queremos que se visibilice y apoye a estos chavales, que necesitan la adaptación de algunos recursos para asistir con normalidad al aula, pero no se trata de un objetivo imposible”.

La filosofía del centro gijonés es precisamente la de acompañar y guiar, y por eso reclaman “que se trabaje para recuperar a estos alumnos, y que se les provea de espacios específicos para ellos. No supondría ni mucho esfuerzo ni mucha inversión”, afirman.

Una actuación “más necesaria que nunca”, dadas las dificultades añadidas de una crisis sanitaria que “en breve dejará paso a otra más grave de índole económica y social. Si no actuamos, la brecha seguirá ahondándose”, alerta Rafael Piñera. Por todo ello, reclaman que se regule a nivel regional la atención educativa para estos niños. “La expulsión no es la solución, sino una medida puntual”, recuerda, “tenemos que estar preparados para ayudar a la gente que lo necesita” porque “la escuela es el reflejo de la sociedad que la ampara”, y el objetivo principal es el de “la plena inclusión”.