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Marcelo Villanueva | Presidente de la Federación Asturiana de Vela

El presidente de la Federación de Vela: “Pediremos al Ayuntamiento un centro de alta tecnificación en la Escuela”

“Si el gobierno local nos presenta otro modelo para conseguir nuestros mismos fines, nos sentaremos y lo estudiaremos”

Marcelo Villanueva. Marcos León

El pasado 29 de enero, Marcelo Villanueva se proclamó presidente de la Federación Asturiana de Vela, tras ocho años en la directiva. A su llegada se ha encontrado con la decisión del Ayuntamiento de Gijón de asumir la gestión del edificio de actividades náuticas de Fomento, donde la Escuela de Vela, que depende de la Federación, se ha encargado de esa tarea los últimos años. “Queremos ir de la mano con el Ayuntamiento, que nosotros llevemos la gestión, aunque el gobierno local tenga la concesión. El apoyo público es lo mejor para un proyecto de futuro de la vela”, explica Villanueva, que hoy se reunirá con el concejal de Deportes, José Ramón Tuero, para trasladarle su postura y buscar un acuerdo en el nuevo escenario de gestión que se presentará de cara al año 2022.

–¿Por qué considera que deben seguir con la gestión del edificio de actividades náuticas de Fomento?

–Tenemos más de 35 años de experiencia de la Federación de Vela haciendo esta actividad. No somos unos recién llegados ni una empresa sólo para el verano. Hemos formado a deportistas, a técnicos y a jueces, además de dar servicios a los clubes. También hemos homologado las Escuelas de Vela. Tenemos la capacitación técnica, reconocida por la Federación Española, y también tenemos la capacidad de formación y organización. Hay que tener lanchas preparadas, mecánicos y equipamientos. No hay una empresa privada que ofrezca nuestro servicio. Pero la clave es para quién lo ofrecemos. No somos un club privado para regatistas o grandes propietarios de barcos. Somos una Federación abierta a todos. Hemos también formado a los técnicos para que la gente de la vela adaptada pueda navegar.

–Hablan de ir de la mano con el Ayuntamiento en un proyecto para promocionar la vela. ¿En qué consistiría? ¿Tienen la idea madura?

–Queremos potenciar la vela adaptada. Nos vamos a dirigir a asociaciones de personas con algún tipo de diversidad funcional para que conozcan este deporte y a otros practicantes para que se animen y también se metan en él. Queremos ir de la mano del Ayuntamiento, no solo del Patronato Deportivo sino también con el área municipal de Servicios Sociales. Y también con el Principado, para hacer llegar esta posibilidad a todos. Tenemos embarcaciones, propiedad de la Federación, así como de otros clubes, para poder realizarlo.

–¿Tiene algún perjuicio para la Federación que el Ayuntamiento asuma la concesión de este espacio?

–Lo vemos muy positivo. Es el objetivo que hemos tenido siempre, pero siempre y cuando vayamos juntos el Ayuntamiento y la Federación de Vela. Esa ha sido la fórmula utilizada en las comunidades que han querido potenciar la vela. Ningún club privado ha asumido en exclusiva esta tarea, porque no es rentable. Nosotros no buscamos eso, porque no somos una empresa.

–El gobierno local, respecto a su idea de recuperar la gestión de los equipamientos municipales deportivos, transmite que quiere ganar en “eficacia y eficiencia”.

–Nosotros tenemos un modelo, que lo defendemos. Pero si hay otro que consiga esos mismos fines y nos lo presenta el Ayuntamiento, nos sentaremos y lo estudiaremos, por supuesto. Lo que no queremos es que se echen al traste muchos años de formación. En los últimos cuatro años han pasado más de 7.400 personas por la instalación federativa en los diferentes cursillos que hacemos.

–¿En qué estado se encuentra el edificio náutico? ¿Tiene necesidad de reformas urgentes? ¿Qué cambiaría?

–Se hizo hace unos 25 o 30 años. En aquel momento había pocos demandante de vela y muchos de kayak. El edificio se compone de dos vestuarios, un aula y un taller. A nivel administrativo hay dos oficinas. Desde que asumimos la gestión del edificio, con un acuerdo con el Ayuntamiento, afrontamos el mantenimiento. El edificio está bien, pero tiene algún problema, porque tiene 30 años y se construyó con calidades bajas. El problema es que hay filtraciones, en cuatro puntos, por el estado de la cubierta. Ahí no tenemos competencia para actuar. Solo pedimos la intervención del Ayuntamiento, que en el resto no ha puesto un euro.

–En 2018 ya estuvieron cerca de renunciar a la concesión de la varada, para que la asumiese el Ayuntamiento, y participar en un proyecto conjunto de reforma del edificio para acoger otros deportes náuticos, ¿por qué no salió adelante?

–No se pudo materializar porque al año siguiente se cambió el gobierno local y se olvidó todo lo que se había hablado hasta ese momento. El proyecto aún existe. Se basa en la construcción de un nuevo edificio, ganando espacio que no se está utilizado. Nuestra idea no pasa por seguir con la Escuela Regional de Vela tal cual está. Hay que ser ambiciosos, queremos que sea un centro de alta tecnificación. Gijón tiene todas las condiciones naturales para contar con él: una bahía óptima, una ciudad que vive de cara al mar y clubes comprometidos.

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