Nuevo giro en el “caso Eleazar”, el joven que falleció de un infarto tras una detención en los aledaños de El Molinón cuando disfrutaba de un partido de la selección española de fútbol y las Islas Feroe. La Audiencia Provincial de Asturias acaba de ordenar el archivo de la causa, tal y como solicitaba la Fiscalía y las defensas de los ocho vigilantes de seguridad y cinco policías locales que estaban investigados y para los que la familia del joven gijonés, de 30 años y con una minusvalía psíquica del 75%, solicitaba una condena de entre seis y doce años de cárcel.

El fallecido, Eleazar García Hernández, había acudido el 8 de septiembre de 2019 a El Molinón para presenciar un partido que enfrentó a España contra Islas Feroe. En un momento dado el chico se “alejó de su acompañante y salió del estadio”, y sobre las 20.40 horas trató de regresar al interior del recinto deportivo por las puertas 12 y 13 y más tarde por la 15. Les explicó a los porteros, “balbuceando”, que quería ir con su padre, pero no tenía la entrada ni tampoco pudo aportar su número de teléfono. El joven, acto seguido, aprovechó un despiste de los guardias para colarse en el campo, momento en el que uno de los vigilantes le interceptó y tras un forcejeo acabó fuera del campo. Varios compañeros de seguridad procedieron a inmovilizarle hasta la llegada de los agentes de la Policía Local.

Eleazar García fue trasladado al centro de salud El Parque-Somió a la espera de que el médico de guardia le examinase. Poco después comenzó a convulsionar y entró en parada cardiopulmonar hasta que falleció. Ese incidente generó entonces distintas movilizaciones por toda la ciudad en las que la familia de Eleazar exigía que se esclarecieran las causas.

Tras una larga y exhaustiva fase de instrucción, la magistrada al frente de la misma vio indicios de que la actuación de los policías y vigilantes podía ser constitutiva de delito y optó por elevar el caso a juicio. A esa petición, defendida por la familia del joven, se oponían los investigados, pero también el Ministerio Fiscal, que no veía indicio alguno de delito. La familia de Eleazar García, de hecho, llegó a presentar su escrito de acusación en el que atribuía a los vigilantes de seguridad los delitos de homicidio imprudente y un delito contra la integridad moral y, en suma, seis años de cárcel. Esos mismos cargos los dirigieron contra los cinco agentes de la Policía Local, añadiendo también el de detención ilegal por el que añadían otros seis años de cárcel. Doce en total para los policías.