Diecinueve concejales de los 27 de la Corporación en representación de cuatro (PSOE, Ciudadanos, Podemos e IU) de los siete grupos municipales avalaron la nueva ordenanza de movilidad que permite a Gijón dar un salto de dos décadas dejando atrás la ordenanza de tráfico vigente desde 2002. La nueva ordenanza fija la prioridad de la movilidad peatonal, ciclista y el transporte público o compartido o, en palabras de sus detractores de la bancada de la derecha, demoniza al vehículo privado y castiga a sus usuarios. Votaron en contra Vox, PP y Foro.

Aunque Foro no sólo votó en contra también anunció – “no nos vamos a limitar a patalear”, matizó el edil Pelayo Barcia– que denunciará el documento ante el Defensor del Pueblo y que ya estudia la vía judicial con el asesoramiento del bufete que recurrió Madrid Central. “Este gobierno ha declarado la guerra al vehículo particular y esta ordenanza es el ejemplo”, explicó Eladio de la Concha (Vox) mientras para Ángeles Fernández-Ahúja “Gijón se ha convertido en un laboratorio ideológico de la movilidad”.

Pese a las críticas , Aurelio Martín, único edil de IU y responsable de Movilidad en el equipo de gobierno, habló de “buen día para Gijón” y del orgullo de “ser una de las primeras ciudades españolas de tamaño medio” con una ordenanza al nivel de las grandes ciudades de España y Europa. Aunque para Martín tan importante como el cambio de modelo de movilidad que fija la normativa ha sido el acuerdo político alcanzado con Podemos y Ciudadanos.

Con la formación morada y verde en base a un pacto complementario de cinco puntos que incluye, como recordó la portavoz Laura Tuero desde el transporte a demanda para la zona rural a un plan renove con 100.000 euros al año para ayudar al cambio de vehículos sin distintivo ambiental o el bono verde de Emtusa. “Estamos ahí cuando este gobierno quiere avanzar hacia una sociedad más justa”, sentenció la concejala.

El cambio del no al sí en la posición de Ciudadanos tiene que ver con la flexibilización de las prohibiciones a los coches sin distintivo ambiental. Se mantiene que no podrán aparcar en zona ORA a partir del uno de enero de 2022 pero la prohibición total de movimientos en enero de 2026 se cambió aprovechando el periodo de alegaciones, y con el apoyo de la plataforma de afectados por la ordenanza, por la opción de que puedan hacer un máximo de 2.500 kilómetros al año. “Sin criminalizar al coche o a la moto compartimos la filosofía de la ordenanza y hemos conseguido que el proyecto final sea mejor que el inicial”, indicó José Carlos Fernández Sarasola, el líder municipal de Ciudadanos.

“Este es un precedente de que en política se puede acordar, de que la política es negociar y pactar”, destacó Martín al tiempo que reprochaba a Foro que “lo que pierde en democracia, lo quiera ganar en los tribunales. Hay que aceptar las reglas del juego”. La ordenanza busca un control del tráfico para rebajar la contaminación y el ruido imponiendo obligaciones ambientales, avanza hacia espacios públicos accesibles, regula nuevos modos de movilidad como los patinetes, incorpora cambios en la zona azul, e implanta la limitación a 30 kilómetros en todas las vías con un carril por sentido.