El equipo de arquitectos que ha diseñado la ambiciosa ampliación del Parque Científico Tecnológico en la Pecuaria plantea una altura máxima de tres plantas para sus edificios y reformar la normativa de usos del actual Plan General de Ordenación (PGO) para que permita servicios de hostelería y restauración en todo el complejo, que aspira a ser un entorno “verde y medioambientalmente sostenible”. Su estudio, que proyecta dos grandes construcciones, un enorme parque natural y recuperar los vestigios de la antigua Quinta del Duque para crear un jardín histórico, prevé que en los 218.000 metros cuadrados que gana el complejo se reserven huecos para locales de hostelería, gimnasios y un hotel. “Son propuestas porque las opiniones recabadas hasta ahora lo ven necesario”, asegura Jesús Rueda, uno de los promotores del documento.
Este borrador, liderado por Rueda y Vega Arquitectos, centra su planteamiento en tres grandes ideas. La primera, que parte de los edificios a construir se diseñen como espacios diáfanos con la idea de alquilarlos para usos compartidos a empresas que busquen una solución temporal y poco costosa. La segunda, que el conjunto urbanístico no suponga “un gran impacto visual” respecto a las áreas residenciales cercanas, así como que sus equipamientos y servicios sirvan al resto del barrio de Somió. Y, la tercera, que el nuevo Parque Tecnológico sea medioambientalmente sostenible, con jardines de lluvia, cunetas verdes y toda una red de sendas peatonales.
Aclara Rueda que diseñar espacios para alquilar y compartir responde a una demanda al alza que no encuentra respuesta en el actual Parque en Cabueñes. “Allí tenemos un modelo más clásico, que es cuando vendes una parcela a la empresa y ella hace su edificio y su sede. Frente a eso, la nueva tendencia es alquilar oficinas a empresas que van modificando sus necesidades y buscan un modelo más flexible”, razona el arquitecto. Este sistema de servicios compartidos se solventará con los dos grandes edificios proyectados, uno longitudinal a lo largo de la avenida de la Pecuaria y otro interior que mirará hacia el gran parque natural proyectado en el centro del futuro complejo. “Los bajos comerciales con bares y algún gimnasio también se concentrarían en esos dos bloques. Los trabajadores del Parque en Cabueñes nos dicen que tiran de máquinas ‘vending’ y que les gustaría tener un sitio donde tomar un café y un pincho de tortilla. Esos bajos también darían servicio a viviendas del entorno”, razona el experto.
En cuanto a la posibilidad de edificar un hotel, aclara Vega que se trata de “una idea” a estudiar. “También vendría bien un auditorio, para que las empresas puedan hacer eventos en el recinto o para albergar exposiciones de interés general”, propone. La otra gran medida, que es instalar un aparcamiento subterráneo bajo el edificio longitudinal de la avenida de la Pecuaria, entiende Vega que sería la solución “más lógica”, aunque reconoce que sí habría espacio para aparcamientos en superficie como alternativa. “Que haya donde aparcar es imprescindible, pero es mejor soterrar para no afectar al paisaje urbano”, concreta el experto. “Buscamos que sea una pieza más de la ciudad y no un recinto aislado”, concluye.
