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Mónica Pérez, junto al colegio José Zorrilla.Ángel González

Las familias del Zorrilla se plantan: “No queremos una maestra que pega a niños”

Los padres envían una misiva a Adrián Barbón y a Ana González para que se expulse “de inmediato” a la profesora investigada por maltrato

“Es muy simple. No queremos a una maestra que pega a los niños. Ni en nuestra clase ni en ninguna otra”. Las familias de la Escuela de Educación Infantil José Zorrilla, en El Cerillero, están indignadas por la vuelta a las aulas de la docente investigada por Educación tras alertar los padres de los presuntos malos tratos que estaría infligiendo a los pequeños. Por eso, hoy mismo dirigirán una carta al presidente del Principado, Adrián Barbón, y a la alcaldesa, Ana González, para exigir “el cese inmediato de esta maestra”.

Los padres quieren denunciar ante el Gobierno regional y el local los casos de “maltrato infantil” que han detectado en los últimos tiempos en el centro y en otro de Contrueces en el que también se investigó a la maestra, y tras ver con estupor cómo la docente en cuestión, a la que se ha abierto una investigación, ha vuelto al colegio para desempeñar labores de apoyo y bajo vigilancia. “Es que nos parece una tomadura de pelo, un parche que no arregla nada porque lo único que se hace es pasar la pelota a otra clase”, lamenta una de las madres afectadas, Mónica Pérez, que ejerce de portavoz del resto de afectados del Zorrilla. Algunos de ellos no llevaron ayer a los niños a clase por el temor de los menores a enfrentarse de nuevo con la docente. “Es muy grave que esta persona sea reincidente año tras año y que nadie haya hecho nada hasta ahora: esto es un parche y no la solución”, lamentan en la carta.

En la misiva los padres adjuntan el relato en detalle de “cómo han vivido los niños estos maltratos, vejaciones y faltas de respeto”, porque “se nos ocurren muy pocas cosas que sean más graves que el maltrato infantil”. Las familias relatan episodios supuestamente conocidos por la dirección de los centros por los que pasó con anterioridad la maestra, desde chillidos a niños con problemas de audición hasta zarandeos y tirones de pelo, con pequeños que ya habían superado la fase del pañal y que experimentaron un retroceso en su maduración a raíz presuntamente del trato de la docente, que les prohibiría usar el baño y supuestamente, según los padres, no los ayudaría a abrocharse el pantalón. Incluso relatan casos de cambios de carácter de los pequeños, algunos de los cuales han llegado a “tener pesadillas y a querer dormir siempre acompañados”, aseguran los padres.

Por todo ello, los afectados reclaman a Educación y al Ayuntamiento que “revisen los expedientes de los docentes con antecedentes de maltrato a alumnos y que no los dejen ejercer su profesión, porque no están capacitados mentalmente para estar con niños pequeños”. Las familias piden que “se proteja la salud mental de nuestros pequeños, que son el futuro; no queremos niños rotos que haya que reparar con traumas muy graves de conducta”, continúan, porque “la personalidad se forma en los primeros años de vida y no queremos que arrastren falta de autoestima o sumisión por ser maltratados de pequeños”, exponen en la carta. “Somos conscientes de que los profesores son un pilar fundamental en el crecimiento mental del niño, con gente así sólo se enseña a normalizar el maltrato”, lamentan.

La Consejería, por su parte, señala que la Inspección continúa realizando su trabajo “de acuerdo con la dirección”.

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