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El Natahoyo recela del plan hostelero en Naval Gijón, y Poniente pide cambiar el uso del suelo

“Tiene que hacerse un parque tecnológico”, dice Álvaro Tuero | “Queremos viviendas, comercios, oficinas y hostelería”, asegura Javier Palacios

Parte del solar de Naval Gijón y su entorno; en primer término, el antiguo dique del astillero.

La propuesta de la patronal asturiana del turismo y la hostelería, Otea, de desarrollar en los antiguos terrenos de Naval Gijón un polo de atracción turística y de ocio de Gijón, en lugar del parque empresarial de economía azul previsto en el Plan General de Ordenación (PGO), adelantada por LA NUEVA ESPAÑA, ha sido recibida con opiniones diversas entre los representantes de las dos asociaciones vecinales del entorno, que rechazan una implantación intensiva de la hostelería, aunque se abren a estudiar otras opciones. El plan de Otea quiere hacerse aprovechando la futura ampliación del Acuario.

El presidente de la Asociación de Vecinos de El Natahoyo, Álvaro Tuero, señala que no están conformes “bajo ningún concepto con meter el follón en casa”, en referencia a las molestias que pueden ir aparejadas a una zona de ocio ligada a la hostelería. Y pone como ejemplo lo ocurrido con la transformación de un antiguo espacio similar en Vigo. “Aquello ahora es la Biblia en verso, asegura”.

El dirigente vecinal de El Natahoyo insiste en recalcar que “no estamos de acuerdo, ni en broma, porque si dejamos hacer bares, luego tenemos los follones en casa”. “Ahí lo que se tiene que hacer es un parque empresarial y listo”, tal y como se refleja en el Plan General de Ordenación (PGO) de Gijón, opina.

Aunque también coinciden con los representantes de El Natahoyo en rechazar partes de la propuesta de Otea, la asociación de vecinos Pando, de Poniente, discrepa respecto a la salida que se debería de dar a los antiguos terrenos del astillero gijonés. “Tarde o temprano esos terrenos tienen que recuperarse para la ciudad, diversificando su uso, como en Malmö (Suecia); con un uso mixto que incluya viviendas, comercios, oficinas, hostelería y hoteles y también un Palacio de Congresos, pero estamos en contra de que haya solo una concentración de bares”, opina el vicepresidente de este colectivo vecinal, Javier Palacios.

Este miembro de la directiva de Poniente va más allá y sostiene que los integrantes del gobierno local son conscientes “de que tarde o temprano tiene que haber un uso mixto” y no el parque empresarial de economía azul, ligado al Parque Científico y Tecnológico de Gijón, que plantea el Ayuntamiento. Los vecinos de esta zona, que en los últimos meses han mantenido encuentros con diversos miembros del gobierno local por otros motivos, insisten en que “terrenos industriales en Gijón ya hay de sobra” por lo que rechazan tanto lo planteado en el PGO, contra lo que alegaron, como recelan de la propuesta de Otea, siempre y cuando consista en “una concentración de bares y discotecas” en el espacio que ocupaba el antiguo astillero, 60.036 metros cuadrados entre el Acuario, la calle Mariano Pola, la Fundación Revillagigedo y El Tallerón de Duro Felguera. “Si es algo más que eso, lo analizaremos”, dicen. Una parte de ese suelo está frente a la urbanización de Poniente, mientras que otra se encuentra separada de la avenida de Galicia por la Fundación Revillagigedo y un área donde se va a edificar vivienda.

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