Los grupos políticos municipales respaldan, con matices, que, a la espera de la sentencia judicial pendiente sobre la catalogación del suelo, el futuro de los terrenos de Naval Gijón pase por la implantación de actividad industrial ligada a la economía azul y no por otros usos, bien sean únicamente residenciales bien sean mayoritariamente hosteleros, como pide la patronal Otea. El Plan General de Ordenación (PGO) aprobado en 2019 obliga a destinar al menos el 80% del solar a un parque empresarial de nuevas tecnologías ligadas al mar, abriendo la puerta en el resto a otros destinos, pero no residenciales. Aunque con diferencias, los siete partidos con representación en el Ayuntamiento comparten así las tesis que les trasladaron ayer los extrabajadores y sindicalistas de Naval Gijón Juan Manuel Martínez Morala y Ramón González Turón, en nombre de una quincena de empleados del astillero que defienden un futuro industrial para el complejo. Actualmente, hay un litigio pendiente de sentencia en el que Pymar reclama la posibilidad de edificar en esos suelos.

Tras el encuentro, la socialista Marina Pineda afirmó que los terrenos de Naval Gijón deben vincularse a una “industria limpia relacionada con el sector del mar”, sin descartar los otros usos que se consideran compatibles. Por parte de Ciudadanos, el edil Rubén Pérez Carcedo señaló que su formación aboga por un “uso mixto, preferentemente de tipo productivo sobre economía azul, pero sin renunciar a su convivencia con usos terciarios e incluso residenciales”. Desde Foro, Jesús Martínez Salvador coincidió con Morala y Turón en que hay que respetar los usos del PGO, mientras que Laura Tuero, de Podemos, apostó por “una industria verde, sostenible y de economía azul, que genere empleos de calidad y no precarios ni temporales”. Por el PP, Alberto López-Asenjo defendió que tengan preponderancia las actividades que estén ligadas con las “energías renovables y sostenibles” para generar puestos de trabajo.