Sus 20.683.350 euros de inversión repartidos en dieciséis acciones convierten “Gijón simétrico” en el proyecto más costoso de los trece presentados al concurso de ideas para redefinir la fachada marítima de Cimadevilla, Fomento y Poniente. No solo es el más caro. Es también uno de los que plantean construcciones más singulares como un edificio intercambiador de transportes, unas piscinas naturales en un parque marítimo, un ágora sustentable o una torre eólica. Por poner algunos ejemplos.

Todo con la idea de extender en un futuro hasta la playa del Arbeyal ese itinerario continuo, vegetal y accesible que se plantea en toda la fachada marítima para convertir este concurso en “la oportunidad de recuperar el peso el ámbito Oeste en la ciudad”.

Por partes, y de Este a Oeste. El plan para la calle de Claudio Alvargonzález, en Cimadevilla, es su peatonalización duplicando la franja arbórea y colocando terrazas bajo pérgolas. Las terrazas hosteleras también tendrían su espacio en la plaza del Marqués, que también pierda la presencia del coche privado en su entorno.

El proyecto “Gijón simétrico”

Carril bici

Parque marítimo.

Terrazas.

Torre eólica.

Jardines

de la Reina

Jardín de

inmersión

Pasarela sobre

la ensenada

Continuidad del

paseo peatonal

Torre eólica

Hito urbano,

mirador y oficinas

Carril bici

Terrazas

y comercios

Juegos

de niños

Tranvía

Parque marítimo

Act. recreativas

y deportivas

con el mar

Tranvía

Ágora Verde

Centro de ocio y

pequeño comercio

Intercambiador

El proyecto “Gijón simétrico”

Carril bici

Parque marítimo.

Terrazas.

Jardines

de la Reina

Jardín de

inmersión

Torre eólica.

Pasarela sobre

la ensenada

Continuidad del

paseo peatonal

Carril bici

Torre eólica

Hito urbano,

mirador y oficinas

Juegos

de niños

Terrazas

y comercios

Tranvía

Parque

marítimo

Act. recreativas

y deportivas

con el mar

Tranvía

Ágora Verde

Centro de ocio y

pequeño comercio

Intercambiador

A partir de la plaza Mayor es cuando los autores de “Gijón simétrico” plantean la posibilidad de incorporar a la circulación un tranvía en superficie y sin catenaria en vial compartido con el uso restringido del coche. El tranvía sería el principal medio de transporte en una fachada marítima que expulsa a coches y autobuses. También en Rodríguez San Pedro, que solo sería accesible para los coches que fueran al parking o a garajes particulares. La reordenación y supresión de parte de la circulación de vehículos en el entorno de los Jardines de la Reina, por su parte, permitiría conectar los jardines históricos con el edificio del Banco Urquijo, ahora sede de pequeñas empresas.

Al final del paseo de Fomento, a partir de Motonáutica, se sugiere extender el sistema de paseo elevado para favorecer que los transeúntes tengan “unas vistas privilegiadas sobre el Muelle y la playa de Poniente” y que debajo tengan sitio desde negocios de actividades náuticas y movilidad, a locales hosteleros o zonas de juego para los niños.

“Gijón simétrico” tiene planes muy definidos para el entorno del Museo del Ferrocarril a partir de la supresión del vial sur de la calle de José Manuel Palacio (antes Juan Carlos I) lo que favorecería abrir el edificio museístico a una gran plaza. Y en la zona de conexión del Museo con Marqués de San Esteban y Pintor Mariano Moré colocan un intercambiador donde, dicen “converjan autobús de línea, tranvía, metrotrén, carril bici y todos los itinerarios peatonales directos y de deambulación”. Una idea que tendría que ligarse al desarrollo de un plan de vías con la ubicación de la estación intermodal aún en el aire aunque más cerca de Moreda

El siguiente territorio a trabajar es la explanada de Poniente y la zona de astilleros. Entre las ideas para este ámbito están construir un cuarto edificio barco y extender la cubierta del Acuario para crear bajo ella un espacio para usos deportivos, lúdicos, culturales y comerciales. Una cubierta que, además, serviría para producir energía solar con la que abastecer las instalaciones. Un ágora verde en la zona, dicen. Para Naval Gijón –ámbito que no es motivo del concurso– imaginan un centro de empresas relacionadas con la industria energética en un edificio que tendría dos plantas subterráneas dedicadas a aparcamiento. Y la zona de la dársena del espacio industrial lo reconvierten en espacio de práctica de actividades sociodeportivas ligadas al mar. Todo un parque marítimo dentro del itinerario con piscinas naturales. Además, se plantea conectar ambos espigones de la dársena con una pasarela peatonal para dar continuidad al paseo.

Al final de la playa de Poniente se coloca una de los hitos singulares de la iniciativa: una torre eólica que serviría a la vez de mirador y podría albergar oficinas. “Un emblema para la ciudad y un elemento único a nivel internacional”, explican sus impulsores. El coste ronda los 1,8 millones; la mitad que las piscinas naturales en Naval Gijón. El reto es reinterpretar una trama urbana de viejo tejido industrial para convertirla en ejemplo del desarrollo sostenible de las ciudades.