Esos malditos granos

Una de las alteraciones estéticas más frecuentes en el último año

Estela Belleza

Estela Belleza

María Estela de Abajo

Entiendo que cada profesional pueda haber tenido una experiencia diferente, pero en mi caso, una de las alteraciones estéticas con la que más me he encontrado durante el último año son los granos.

En el centro de la culpa se sitúa el uso continuado de las mascarillas, pero evidentemente no es el único culpable. Por mis manos han pasado miles y miles de casos de granos de diferente índole. Y antes no se hacia el uso que se hace ahora de las mascarillas, al igual que no desaparecerán cuando dejemos de llevarlas, aunque muy probablemente sí mejorarán.

Pieles grasas o con tendencia grasa

Mi trayectoria ha estado siempre marcada por el tratamiento de las pieles grasas o con tendencia grasa, y lo he logrado mantener pese a la evolución de la dermatología y los fármacos en este campo, con mucha dedicación y, sobre todo, especialización. Una cosa no estáì estaì reñida con la otra, si no que van de la mano. La dermoestética puede usarse como tratamiento único o combinarse con los tratamientos convencionales dermatológicos. Resultan de especial utilidad porque aumentan la tolerancia y la eficacia de estos. Además, involucran al paciente en el cuidado de su piel, les ayuda a entender el proceso, lo que evitaraì recaídas, que son tan frecuentes como desesperantes. Mi abordaje es también de gran utilidad en los casos en que la mujer estaì buscando embarazo, ya que dicha circunstancia condiciona y limita el tratamiento oral, asíì como en los casos que el propio paciente rechaza los fármacos. Es un tema serio que exige que el profesional estaì bien formado y familiarizado con la patología.

Formación especializada en acné

Esto solo se entiende si ponemos en perspectiva lo que significa la formación y la especialización dentro de la estética. En mi caso, en una de las grandes inversiones cada año, con prioridad absoluta. Ni lujo, ni modas, ni glamour, solo trabajo bien hecho, actualizado, con rigor profesional y honestidad.

Hace unas semanas completeì mi curricular. Acabo de terminar otro master universitario, que sumo a los anteriores: Fisioterapia Estética, Drenaje Linfático Manual, Dermofarmacia y Formulación Cosmética. Y el trabajo fin de master fue precisamente de acnéì, en este caso centrado en el acnéì de la mujer adulta. Fue el broche de oro para esta formación, porque el acnéì me apasiona.

El acnéì adulto es aquel cuyos síntomas de acnéì adolescente continúan pasados los 25 años, y en cuyo caso podría clasificarse como “acnéì persistente”. O aquel que simplemente debuta a partir de los 25 años, es decir, de forma más tardía, clasificándose entonces como “acnéì de comienzo tardío”. No se conocen con certeza las razones por las que el acnéì persiste; pero siì se sabe que hay mayor secreción de sebo en mujeres con acnéì persistente que en las que no tienen acnéì. Alrededor del 50 % de los pacientes con acnéì adulto, tienen antecedentes familiares con acnéì después de la adolescencia, en familiares de primer grado con acnéì prolongado.

Acné, una enfermedad a tener muy en cuenta

Existen estimaciones del número de mujeres con manifestaciones de acnéì más alláì de los 20 años: 45% pasados los 20 años, 26% entre los 20 y los 30 años y, un 12% entre los 30 y los 40 años. Significativo el dato que dice que el 41% de 3.305 mujeres entre 25 y 40 años tienen manifestaciones clínicas de esta enfermedad. Es una cifra elevada.

Si bien el acnéì es mal tolerado por los pacientes en general, y tiene una repercusión emocional, personal y social importante, en el caso del adulto, y más de la mujer adulta, puede ser aún mayor. Cuesta aceptar comentarios del tipo “tranquila, es lo que te toca ahora”, “no te preocupes, se te quitaraì cuando seas más mayor”. Esto produce ansiedad, depresión y repercute directamente en la autoestima. Y ayudar y acompañar en este proceso es sencillamente maravilloso.

Muy importante también es que, “ocuparse de los granos”, no implica que nos olvidemos de cuidar el envejecimiento. Este es un matiz muy importante en el caso de la mujer adulta, que, a la preocupación de los granos, se suma la inquietud de querer prevenir el envejecimiento. Es frecuente que sientan que tratar el acnéì es sinónimo de cuidarse la piel como una adolescente, lo que intensifica su malestar. Por ese motivo, el abordaje que planteo permite tratar acnéì y envejecimiento de manera simultánea.

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