“La literatura de humor ha sido la gran olvidada por todo el sector editorial durante muchísimos años. En los ochenta ya se decía que llevábamos cincuenta años abandonando la literatura de humor, y en el 2021 seguimos igual”. Jorge Salvador, de la editorial Pez de Plata, aprovechó ayer la presentación de su colección “La risa floja”, “la única colección de literatura humorística que hay en España”, para reclamar más apoyo a este género: “Hay que darle un empujón”. Lo hizo durante un coloquio, que el último previo al inicio de la Feria del Libro, en el que junto a algunos autores analizó la importancia de la literatura de autor. “Su gancho es que es la más difícil de hacer. Solo tienes a la palabra como herramienta. Hacer reír, con una página literaria, sin caer en una sucesión de chistes o gags, es algo muy complicado”, resaltó Jorge Salvador.

El escritor Camilo de Ory tomó la palabra para lamentar que en España “hay un cierto complejo y una percepción de que el humor es un género secundario”. Y puso como ejemplo a los británicos: “Ellos veneran a los humoristas, les tienen en altísima consideración”. “Aquí nos avergüenza. A Cela, que era un gran humorista, lo llamamos tremendismo, por no llamarlo humor; nos referimos a Valle Inclán como esperpento por no reconocerlo también como humorista. Y Cervantes era también excelente, porque el ‘Quijote’ era bufonada, una parodia”, añadió.

Anzoni Martín, por su parte, ensalzó las sensaciones que produce la literatura de humor: “Si la literatura debe provocar extrañeza, sacudir o remover algo, es mucho más potente esa sacudida con el humor, y queda impregnado de una manera mucho más fuerte que con otro tipo de literatura”. Aunque también reconoció que la cultura del país produce que la ironía muchas veces no llegue a comprende: “En España, no existe un sentido del humor muy cultivado, ni ese sentido sexto sentido para que llegue a todo el mundo. Muchos hemos tenido ese problema de que no se nos entiende”.