El pequeño Izan Martínez celebró ayer su cuarto cumpleaños por los aires, estrenando las nuevas atracciones que desde ayer presiden los terrenos de Naval Gijón en la ahora llamada “La Semanona”, el evento que han impulsado los feriantes de la región aprovechando el arranque de la “Semana negra”. “Tenía muchas ganas de venir, porque no había venido nunca”, señaló el cumpleañero, con una sonrisa de oreja a oreja, mientras levantaba orgulloso cuatro dedos de la mano. Se acercó al recinto acompañado por su hermano pequeño, Alejandro, de solo diecinueve meses, y por sus padres, Jesús Martínez y Mercedes Suárez.
“Venimos porque es un buen plan para hacer en familia y creemos que está todo controlado y respetan las medidas”, señaló la progenitora.
Eso mismo debió de pensar las más de cien personas que ya se agolpaban a la entrada del recinto para ser los primeros en disfrutar de un día soleado subidos a algunas de las 37 atracciones que la asociación de feriantes mantendrá abiertas hasta el día 18. Los vigilantes de seguridad, de hecho, no daban abasto ante tanta cola, necesaria para cumplir el protocolo anticovid, con controles de temperatura y reparto de hidrogel.
Todos los usuarios acudieron con su mascarilla reglamentaria bajo una atenta presencia policial.
“Pensamos que igual habría más miedo estos primeros días, pese a cumplir todas las medidas, pero está siendo un éxito” comentó aliviada Yarisa González, encargada de la caseta de tiro y miembro de una de las familias organizadoras. Poseen atracciones como el “Saltamontes” o “El barco pirata”. “Creemos que al final nos resultará rentable la inversión hecha este año; la feria tiene mucho tirón”, explicó la joven.
Feriantes más veteranos como Ángel Gorriche, propietario de los coches de choque, también ve la luz al final del túnel: “Hay mucha esperanza, no podemos echar aún las campanas al vuelo, pero tenemos mucha fe en la gente de Gijón, siempre ha respondido muy bien”. Y ayer, el público, mayoritariamente joven, le dio la razón. “Acabo de terminar segundo de Bachillerato y era el año que más ganas tenía de vivir esto” señaló Sergio Díaz, con un boleto de la tómbola en la mano y sin perder ojo del sorteo, al igual que sus amigos. “Luego nos montaremos en ‘Adrenaline’”, acordaron después tras un breve debate.
Entre casetas y atracciones –algunas ya clásicas por estas fechas como la noria o “El ratón vacilón”–, la gran triunfadora fue precisamente “Adrenaline”, que es la gran novedad. Acumulaba ayer un buen pelotón su alrededor, mientras que el reggaetón que pinchaban de fondo no era capaz de solapar los gritos de miedo de los que estaban montados en este péndulo giratorio. “Tiene que ser toda una experiencia”, se imaginaba la joven de 14 años Cristina Viejo, mientras ella y su pandilla esperaban su turno.
De momento, los feriantes no han notado, al menos en número de asistentes, su separación con la feria literaria ni la ausencia de la hostelería. “La Semanona” vuela libre y lo hará a ritmo de bocinas, ruletas y gentío hasta el 18 de julio.
