La vuelta del verano suele convertirse en el momento en el que con mayor frecuencia las personas toman esa bonita decisión de “quiero empezar a cuidarme”. Los estragos del sol en la piel y los diferentes hábitos de la época estival, entre otros, son los culpables de que nos veamos peor. Y de igual modo, quienes ya se cuidaban, saben que toca retomar.

Quienes ya tenían sus hábitos de cuidado diario instaurados, notan menos los efectos negativos del verano, porque partir de una piel ya cuidada es un seguro, y, además, retoman sin dudarlo un segundo.

Esta época en belleza es como el año nuevo, un momento de propósitos, y de programar el resto del año. Personalmente me encanta los planes de belleza. Consisten en hacer una valoración de cada caso concreto, ver las preocupaciones de cada persona y las necesidades reales. Estas no siempre coinciden, por eso es imprescindible tenerlo en cuenta y llegar a consenso entre ambas partes. A partir de ahíì se crea el plan de acción, que, por supuesto se adecua a lo que cada persona esteì dispuesta a invertir en siì misma, es decir, tiempo y dinero.

Revisa el “cuanto más, mejor”

Esta máxima no siempre se cumple en belleza. Pongo un ejemplo: no imagináis la de veces que he escuchado a mujeres que siguen haciéndose sesiones de depilación láser en el rostro porque tienen un bono al que le quedan sesiones, por ejemplo. Esto es un error, puesto que hacer más sesiones de las convenientes puede ocasionar bioestimulacioìn o el llamado efecto paradójico, o sea, más pelo aún. Esto ocurre en aquellas zonas propensas a producir pelo por estímulos hormonales, como el mentón y los perfiles de la cara. Por no hablar de tratamientos de medicina estética, en los que no pasarse es fundamental. Siempre he tenido un concepto de “envejecimiento y belleza” muy claro, y ese es el que defiendo. Va en línea con la belleza real, con no perseguir la eterna juventud ni parecer lo más joven posible a costa de lo que sea. Buscamos un envejecimiento lo más lento, gradual y armónico posible, respetando los rasgos propios de cada persona, y sacando el mayor partido de su físico, para asíì lucir radiante. Asíì que no siempre hacerse más es mejor.

Novedades en tratamientos en cabina

Todo plan beat que se precie tiene como primer paso una rutina domiciliaria perfectamente adaptada y, en ocasiones, el plan se cierra ahíì. Ahora bien, ha de estar elaborado a conciencia. El segundo paso son los tratamientos en cabina, que combinan cosmética y aparatología. Y el tercero, son los tratamientos de medicina estética. Personalmente tengo claro que ha de seguirse este orden, no me gusta empezar la casa por el tejado, y nunca lo recomiendo.

Hoy me detendré en la parte de los tratamientos estéticos en cabina, para contar novedades con equipos que complementan el cuidado de las pieles maduras, o de aquellas más jóvenes que quieren prevenir los signos del envejecimiento. En cuestión de envejecimiento seguimos hablando de la radiofrecuencia, porque van apareciendo en el mercado más variables dentro de esta tecnología. La radiofrecuencia necesita poca presentación, pues lleva años empleándose en estética y continúa haciéndolo y evolucionando.

Una de estas variables, es más profunda que la radiofrecuencia bipolar y se dispersa menos que la mona polar, por eso es perfecta para tratar la flacidez y reposicionar volúmenes del rostro en general. Ha entrado con fuerza, porque sin duda con la sensación de descollamiento y de caída del rostro en general, nos identificamos la mayoría, a partir de cierta edad.

Otra, por ejemplo, gracias al tamaño y forma del cabezal de aplicación, nos permite hacer un trabajo más específico en zonas complicadas, y que requieren un tratamiento especial. Es el caso del contorno de los ojos y la zona peri bucal, a la que tanta “manía” tenemos. Este tipo de tratamientos resulta ideal parar todas aquellas personas que ya se cuidan, pero que necesitan trabajar alguna zona concreta, con un envejecimiento más acusado, o que simplemente les preocupa más.

Y la última variable de radiofrecuencia sirve para trabajar a nivel de textura, tanto arrugas, como marcas, retexturizacioìn de tejido en general, unificación de poro ... Se trata de la radiofrecuencia fraccionada a través de micro agujas.

Todo resulta apetecible, lo sé, pero para acertar, nada como contar con un asesoramiento profesional.

www.estelabelleza.com