Sin sorpresas. El tribunal de la sección octava de la Audiencia Provincial de Asturias, con sede en Gijón, ha remitido ya la sentencia del caso Germán a las partes, y en el fallo reproduce íntegramente el acuerdo alcanzado entre la Fiscalía, las defensas y acusación particular para evitar la celebración del juicio. Un pacto que rebajaba a cinco años de cárcel la condena para Rubén Álvarez, el autor del puñetazo que sufrió el camarero gijonés, y a cuatro años para los otros tres procesados, Yeray Rodríguez, Jorge Álvarez e Imad Ashaini, a cambio de abonar íntegramente una indemnización de 300.000 euros (la mitad fue consignada antes de la vista) por las lesiones y secuelas provocadas su víctima. La sentencia, como dato novedoso, refleja que Imad Ashaini, nacido en Marruecos, tiene arraigo a España y de esta forma logrará evitar que su condena se sustituya por la expulsión del territorio nacional, tal y como pedía la fiscal.
El fallo, que abre ahora un plazo de diez días para presentar recurso de apelación, describe como hechos probados que los cuatro jóvenes provocaron las lesiones de Germán Fernández de forma “directa, material y voluntaria” la madrugada del 14 de julio de 2017 tras una trifulca en la zona de Fomento. Los cuatro procesados, tal y como reflejaba la fiscal, “formaban un grupo consolidado de amigos, denominándose a sí mismos ‘La manada’” y coincidieron en un bar de Marqués de San Estaban con Germán Fernández y varios amigos. “Llevados por un ánimo común de diversión, comenzaron a provocar a los jóvenes, generando un nimio incidente en el que Imad Ashaini se interpuso en el camino de uno de los amigos del camarero gijonés”, lo que hizo que este último cogiera por el cuello al joven marroquí. “Pégame, pégame, que ya chuparás luego”, le espetó este acusado según el relato que todos aceptaron el día del juicio. “A pesar de que quisieron ignorarles”, prosigue el relato que ha quedado probado, fueron hostigados hasta que “les agredieron de forma grupal e indiscriminada, limitando su capacidad de reacción e incluso de huida, prevaliéndose de su número y de sus capacidades físicas por practicar artes marciales varios de ellos”. Las graves secuelas sufridas motivaron que Germán Fernández no pueda vivir de forma independiente. Además, el tribunal también se pronuncia sobre que el tiempo que pasaron los cuatro jóvenes de prisión preventiva (casi dos años) se descuente de las penas impuestas.
Una vez expire el plazo para recurrir (algo que no se prevé dada la conformidad) la sentencia será firme, y entonces la Audiencia emitirá un nuevo auto para llevar a cabo la ejecución de la misma, momento en el que las partes podrán emitir sus valoraciones. Las defensas, tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA, tratarán de lograr la suspensión de las condenas, varias de ellas amparándose en las adicciones que padecían los condenados al momento de los hechos.
